La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural y los consejos reguladores de las denominaciones de origen (DO) de los vinos de Montilla-Moriles, Condado de Huelva y Málaga dieron ayer el impulso definitivo a la Fundación para el Control de la Calidad Agroalimentaria de Andalucía (Fccaa), una entidad que a partir de ahora se encargará de certificar la calidad de los productos de estas zonas. La firma del convenio estuvo presidida por el viceconsejero de Agricultura, Ricardo Domínguez García-Baquero, quien explicó que el objetivo es que la nueva fundación integre, poco a poco, a las 32 DO que hay actualmente en toda la comunidad.

Domínguez destacó que la firma ante notario del convenio culmina un trabajo de dos años. La Fccaa nace con un capital integral de 30.000 euros, el mínimo que permite la normativa, y no tendrá personal propio, sino que serán los técnicos de las distintas DO, que ahora realizan el trabajo de certificación en sus respectivos marcos, quienes se encarguen de esta labor, que a partir de ahora será compartida.

Las DO aglutinan alrededor de 9.000 hectáreas productivas y facturan alrededor de 60 millones de euros, según la información facilitada por el viceconsejero. Domínguez subrayó que el acuerdo responde a la necesidad de que se produzcan "sinergias" entre las distintas zonas productivas de Andalucía: "Estamos en un momento de globalización del consumo y hay que apostar por la calidad, una labor en la que será fundamental el trabajo de la nueva fundación", destacó. Las tres DO del vino iniciaron su actividad en la década de los 30 del pasado siglo y, por tanto, son "de las más antiguas" de todo el país. La cuarta DO de vino de Andalucía, Jerez, ya posee un organismo que realiza una labor similar a la de la nueva Fccaa, lo que explica que no se haya sumado al convenio, explicó el responsable autonómico.

El presidente de la DO del vino de Montilla-Moriles, Javier Martín, destacó la "importancia" de que las tres zonas vitinícolas hayan dado el paso de unirse para contar con "un instrumento de control potente". Martín subrayó la necesidad de que se produzcan este tipo de sinergias en un momento de máxima competencia para llegar al consumidor, ya que "cada uno puede ir por su cuenta". Respecto a la nueva fundación, explicó que desde el punto de vista de su funcionamiento incorpora un modelo "relativamente novedoso", ya que "no crea una infraestructura", sino que será el propio personal de las DO el que realice el trabajo de certificación de la producción "a un precio más competitivo" que el ofrecido por el sector privado.

"El objetivo es garantizar la calidad y la trazabilidad de los productos andaluces", subrayó, por su parte, el presidente de la DO del vino del Condado de Huelva, Manuel Infante. El responsable del marco vitivinícola onubense, que produce vinos jóvenes, tintos, generosos, licores, vinos naranjas y vinagres, destacó además que la fundación "puede ser la mejor forma de contribuir al bien de la industria agroalimentaria de Andalucía".

En la firma del convenio, que tuvo lugar en la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía, en Córdoba capital, también estuvo el presidente de la DO del vino de Málaga, Didier Bricout, quien recordó que en su zona productiva la mayor parte de los caldos que se exportan son a granel. Esta modalidad de venta implica que algunos de estos productos se envasen y comercialicen en el extranjero como si fueran vinos de Málaga, aunque sin pasar por los procesos de certificación necesarios para ello. Bricout confió en que la nueva entidad ayude a evitar estas prácticas, que también son moneda habitual en el marco vitivinícola del Sur de Córdoba.