puerto del calatraveño

La fortaleza reconquistada

  • La rehabilitación del Castillo de Belalcázar, valorada en más de 1,3 millones de euros, es una excelente noticia, pues supone la recuperación para el turismo de un emblema de la provincia

Juan Díaz, Francisco Alcalde, Francisco Luis Fernández, José Ramón Benítez y ediles socialista el pasado viernes.

Juan Díaz, Francisco Alcalde, Francisco Luis Fernández, José Ramón Benítez y ediles socialista el pasado viernes. / sánchez ruiz

Después de años de desidia y abandono, el Castillo Gahete de Belalcázar será pronto visitable. El director general de Bienes Culturales y Museos de la Junta de Andalucía, José Ramón Benítez, presentaba el viernes el esperadísimo proyecto que la Consejería de Cultura licitará para la recuperación y puesta en valor del monumento, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), y que supondrá una inversión total de 1.357.840 euros, financiados al 80% por los fondos europeos Feder dentro del Plan de Arquitectura Defensiva de Andalucía. Las obras, que se licitarán en el segundo trimestre de 2017, tendrán una duración de 15 meses y se desarrollarán en la totalidad del conjunto, situado en la comarca de Los Pedroches y considerado uno de los ejemplares más emblemáticos y monumentales de la arquitectura defensiva medieval.

Símbolo no sólo de la localidad belalcazareña, sino de todo el Norte de Córdoba y uno de los hitos paisajísticos más reconocibles de la provincia, este gigante de piedra ha sido durante décadas un monumento a la apatía y la indiferencia de las administraciones. Si los plazos se cumplen tal y como está estipulado, a finales de año podrían arrancar las obras de restauración y, en un par de años -probablemente, coincidiendo con el final del actual mandato municipal-, recibir a sus primeros visitantes.

Las administraciones parecen haber recurrido a la recuperación del patrimonio tras la crisis

El propio alcalde belalcazareño, Francisco Luis Fernández (PSOE), hablaba esta semana de una "magnífica noticia" no sólo para el patrimonio cordobés, sino para la economía y el desarrollo de toda la comarca. Aunque es impredecible cuál puede ser el retorno económico de la inversión millonaria prevista, todo apunta a una rentabilidad más que contrastada a medio plazo: se trata de una de las fortalezas más reconocibles e imponentes desde el Norte al Sur peninsular. El proyecto incluye la construcción de un mirador en la Torre del Homenaje, que con una altura de 47 metros se considera la más alta de España. También se recuperarán los elementos decorativos que lo hacen único, se consolidarán las murallas, se construirá un pequeño centro de recepción de visitas en la llamada casa del guarda y un camino lo conectará con el núcleo urbano.

Declarado BIC con la tipología de Monumento en 2009, el Castillo de Belalcázar data del siglo XV y fue adquirido por la Junta de Andalucía en el año 2008 por 1.894.000 euros; desde entonces ha invertido más de 200.000 euros en actuaciones que van desde el desbroce y la limpieza del recinto hasta proyectos de investigación, pasando por obras de consolidación o cerramiento exterior. Ahora, sin embargo, llega su recuperación definitiva tras siglos de decadencia.

Alejados ya aquellos años de inversiones millonarias en costosísimos centros para convenciones y congresos infrautilizados, infraestructuras multidisciplinares que a la larga se han revelado como complejos vacíos o centros de iniciativas que se dejan en su mantenimiento la mayoría de su presupuesto, las administraciones parecen haber recurrido pasada la crisis a la recuperación del patrimonio, un valor seguro, como fuente de riqueza. Ejemplo de ello es el plan provincial de rehabilitación de patrimonio municipal de la Diputación de Córdoba que gestiona el área de Cultura y que en su tercera convocatoria destinará 600.000 euros a los municipios menores de 20.000 habitantes. Casas consistoriales históricas, puentes, monumentos prehistóricos, torres y palacios se han beneficiado de estas ayudas en sus dos primeras convocatorias bajo la óptica de que, recuperar el pasado, puede ser una garantía de proyectarse hacia el futuro.

Y en localidades como Baena o Castro del Río, como se cuenta en este mismo periódico en otras páginas, el patrimonio, como complemento de la agroindustria, se ha convertido en el verdadero asidero de la economía local gracias a las excavaciones en el yacimiento arqueológico de Torreparedones o a la rehabilitación de la Almedina baenense -las obras de recuperación de su castillo, de hecho, optan a los prestigiosos premios Architizar A+Awards-. También en Fernán Núñez, con esfuerzo de hormiguita, el Ayuntamiento trabaja en devolver el esplendor al Palacio Ducal, y Palma del Río, por poner otro ejemplo, ha volcado buena parte de sus esfuerzos económicos en revitalizar su casco histórico. El siguiente paso es sacar provecho de estas inversiones mediante planes turísticos originales y bien estructurados, aunque esto ya es otro capítulo. La base, la materia prima, empieza a brillar.

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