El tajo se cobró ayer la segunda víctima mortal en lo que va de año. Un hombre de 45 años falleció como consecuencia de un accidente laboral ocurrido en una nave industrial en la carretera A-339, a la altura del kilómetro 17, en la localidad de Carcabuey, según informó el Centro de Coordinación de Emergencias (Cecem) 112. El suceso se produjo en torno a las 11:40, momento en el que un particular informó al 112 de que una máquina decantadora había sufrido una deflagración y un varón se encontraba en estado inconsciente.

Los especialistas del 112 dieron aviso al Centro Operativo de Servicios (COS) de la Guardia civil y a la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES) 061, aunque los efectivos médicos sólo pudieron confirmar el fallecimiento del trabajador. El 112 comunicó los hechos a Inspección de Trabajo y al Centro de Prevención de Riesgos Laborales. El alcalde de Carcabuey, Juan Miguel Sánchez (IU), confirmó que el suceso se produjo en Almazaras de la Subbética y que el fallecido estaba casado y era padre de tres hijos.

El secretario de Salud Laboral de CCOO de Córdoba, Carlos Núñez, lamentó la segunda muerte en accidente laboral ocurrida en la provincia este año y exigió "una exhaustiva investigación para determinar los elementos que han influido en el fatal desenlace". A la espera de conocer más detalles sobre el suceso, Núñez destacó que el siniestro "pone de manifiesto la importancia del adecuado mantenimiento de la maquinaria, pues los primeros indicios hacen sospechar que ha sido un fallo en el funcionamiento lo que ha provocado la deflagración". El responsable sindical hizo hincapié una vez más en que la inversión en prevención de riesgos "es fundamental para prever accidentes laborales y evitar catástrofes".

El primer accidente laboral con resultado de muerte tuvo lugar hace dos semanas en la localidad de Belalcázar, cuando un hombre de 53 años de edad resultó herido tras sufrir una caída en altura en una obra. El trabajador permaneció ocho días ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario Reina Sofía, pero no pudo recuperarse de las graves heridas que sufrió. El Gobierno no contabiliza este deceso como accidente laboral.