El Centro de Refugiados de Cruz Roja en Puente Genil roza el límite de su capacidad. Así lo advirtió ayer el presidente de la asamblea local de la institución humanitaria, Rafael Sánchez, quien indicó que, actualmente, atiende a una cifra "que oscila entre los 160 y los 165 ocupantes". En 2015, apenas había 50 plazas para exiliados en la provincia. "Estamos a tope", alertó. Sánchez explicó que Cruz Roja ha aumentado la plantilla para reforzar el centro con personal y dijo que el problema que se avecina "no está ni en la ilusión ni en las ganas que todo el mundo pone para recibir a estas personas con los brazos abiertos", sino en las estrecheces económicas.

"Lo único que podemos hacer es trabajar en el voluntariado, la acogida, el transporte, la distribución de alimentos y poco más", lamentó. La financiación de los proyectos que se desarrollan en la ciudad corresponde, en su mayoría, al Ministerio del Interior y a fondos europeos.

Cada grupo llega con unas necesidades, dependiendo de la edad y del origen

Sánchez resaltó que al centro pontanés llegan refugiados procedentes de más de una veintena de países en conflicto. Esta situación a menudo suscita el interés de los vecinos, deseosos de echar una mano para colaborar en tareas de ayuda y cooperación, sobre todo porque el objetivo de quienes trabajan o colaboran con la institución se centra en la sensibilización y en la concienciación sobre el trabajo que se está haciendo con estas personas.

Para los responsables de la entidad humanitaria en Puente Genil, el actual panorama es todo un reto, ya que a ciencia cierta nadie sabe las personas que van a llegar en próximas fechas por los conflictos internacionales en curso. La directora del centro, Rosa Flores, ya adelantó hace unos meses las dificultades para atender la demanda, pues cada refugiado llega con unas "necesidades específicas y concretas".

Los niños, por ejemplo, acceden "con traumas psicológicos". "No sabemos si estamos preparados para hacer frente a ello; lo que es evidente es que esto es una oportunidad para que los gobiernos respondan de forma adecuada y puedan ofrecer a todas estas familias un futuro mejor", dijo.

Sobre la situación exacta que se respira en Puente Genil, desde Cruz Roja aseguran que están dando las respuestas "que se nos están pidiendo con las capacidades con las que contamos". En este sentido, el mensaje que se transmite desde la institución es claro: estas personas "nos necesitan, y nosotros también necesitamos dar una respuesta a su situación como Estado de Derecho que somos".

Rafael Sánchez llamó a "empatizar y ponerse en lugar del otro, porque lo diferente enriquece". "Lógicamente esto es complicado. Hay que seguir trabajando en el ámbito de la sensibilización, un aspecto en el que aún hay mucho camino por recorrer, dijo. Y, sobre todo, consideró que "hay que dar con la tecla para resolver una situación que está desbordando a los responsables políticos de las instituciones internacionales".

El mensaje del responsable de la asamblea local de Cruz Roja a la población incidió en la colaboración ciudadana, "porque siempre necesitamos muchas manos". "Hay personas que atraviesan muchas dificultades, como los niños que necesitan refuerzo educativo o personas que necesitan que alguien les acompañe para ir al médico. Cualquier ayuda siempre es bienvenida", llamó.

Sánchez insistió en que las personas que están llegando a España procedentes de países en conflicto "necesitan un lugar seguro donde vivir". "Ellos vienen huyendo de una guerra, han visto la muerte de cerca y sólo hay que ponerse en su piel para comprender que realmente lo necesitan", describió. De ahí que, "como sociedad, debemos responderles devolviéndole ese miedo y ese temor en forma de ayuda", dijo.