El turismo activo y de naturaleza es ya una alternativa económica real en el ámbito rural. Según los datos contenidos en el registro de la Junta de Andalucía, son 40 las empresas en toda la provincia que ofrecen actividades como escalada, descenso de cursos de agua y otras modalidades de deporte extremo, con el Valle del Guadalquivir y la Subbética como principales focos de acción. La estadística oficial de la Consejería constata, además, que se trata de un sector en auge.

En 2008, en plena crisis, eran 11 las empresas que se dedicaban a esta actividad. La caída de los sectores económicos tradicionales en los municipios llevó a los emprendedores a fijarse en nuevos nichos de empleo. El resultado es que, en 2012, eran ya 32 las empresas de ocio activo registradas en la provincia, el triple que cuatro años atrás. Y, en 2018, la cifra es ya de 40, casi cuatro veces más que al inicio de la crisis.

El deporte extremo, unido a la naturaleza, se ha convertido por tanto en una actividad económica de futuro. El delegado territorial de Cultura, Turismo y Deporte, Francisco Alcalde, señala que el subsector del turismo activo constituye "uno de los segmentos de desarrollo reciente con mayores potencialidades de crecimiento en nuestra provincia, gracias a la gran flexibilidad y amplitud de productos elaborados para todo tipo de públicos, jóvenes y menos jóvenes, que quieren combinar naturaleza, turismo y deporte en sus vacaciones o tiempo libre". Y, en este sentido, "está sirviendo no sólo de complemento enriquecedor de nuestros recursos culturales y rurales, sino también para incorporar a la oferta turística espacios naturales infrautilizados desde el punto de vista socioeconómico".

Alcalde citó como ejemplos los embalses y pantanos (La Breña o Pantano de Iznájar, por ejemplo), vías pecuarias y antiguos caminos rurales o vías de ferrocarril en desuso para rutas de senderismo, cicloturismo o a caballo; áreas serranas de parques naturales (Cardeña-Montoro, Hornachuelos y Subbéticas), cauces fluviales para actividades acuáticas, como el Genil o el Guadalquivir, y espacios aéreos (parapente y al ala delta entre Sierra Morena y el Valle del Guadalquivir), subterráneos (espeleología) o subacuáticos. Y para ello la provincia ya cuenta con más de 40 pymes de turismo activo-deportivo en la naturaleza que, además, en prácticamente su totalidad están regentadas por emprendedores locales cordobeses asentados en todas las comarcas de la provincia y el propio término municipal de la capital.

Por comarcas, la Subbética es la zona de la provincia que ofrece una mayor oferta de actividades vinculadas al turismo de ocio y aventura, aprovechando los escenarios que brinda el parque natural. Priego de Córdoba, Iznájar, Zuheros, Rute, Cabra, Doña Mencía y Lucena son las sedes de alguna de estas nueve empresas. La segunda oferta más amplia se encuentra en Los Pedroches, al amparo de las dehesas y de las grandes extensiones de bosque que brinda el parque Cardeña-Montoro. Son ocho las empresas con radio de acción en la comarca del Norte, y se asientan en Hinojosa del Duque, Villanueva de Córdoba y del Duque, Añora, Cardeña y Pozoblanco.

El río Guadalquivir, sin embargo, es el gran protagonista del turismo de aventura en la provincia, pues las comarcas de la Vega y el Alto Guadalquivir agrupan la oferta de 13 empresas. El catálogo incluye paseos a caballo, multiaventura, senderismo o kayak. El inventario lo completan seis empresas de Córdoba capital y cuatro del Alto Guadiato. Las comarcas de la Campiña Sur y el Guadajoz son las únicas en las que estas actividades todavía no han encontrado acomodo.