La pregunta era inevitable. ¿Qué ocurre si un empresario se niega a aplicar el convenio, máxime cuando una de las patronales -Asaja- no lo ha firmado?. La respuesta, contundente: "Una vez publicado, el convenio es de obligado cumplimiento para todos los empresarios agrícolas de Córdoba, estén o no estén representados en la firma", explicó el responsable de UPA, José Luis Gutiérrez, quien agregó que quien no lo cumpla será denunciado.

Más contundente, Rafael Estévez, de CCOO, advirtió que "ya buscaremos los métodos que tengamos que buscar para que las empresas que no se adhieran al convenio lo hagan". Pese a todo, los dos secretarios provinciales de CCOO y UGT, Rafael Rodríguez y Jesús Comino, respectivamente, hicieron un llamamiento a Asaja para que "no se atrinchere" y no impugne el texto, algo que hace una semana anunció su presidente, Ignacio Fernández de Mesa.

Ayer, Asaja -a través de un comunicado- seguía instando a sus asociados a aplicar las tablas salariales del año 2008 y mantenía sus argumentos de rechazo al texto negociado. Sin embargo, tres de las cuatro partes que han participado en las conversaciones repetían las llamadas a la cordura. "Los que estamos aquí sentados no estamos locos", insistía Jesús Comino, al tiempo que criticaba que Asaja estaba de acuerdo con la subida salarial propuesta para los tres años pero no en los tiempos, ya que la del primero es del 3% y las siguientes del 2%. Por último, el presidente de COAG, José Alonso Cervilla, concluyó que tras esta negociación "se pone de manifiesto la voluntad de cada cual" y tildó la actitud de Asaja de "intransigente".