Pedroche

"¡Ha resucitado Mendizábal!"

  • Centenares de vecinos se oponen a la posible venta por parte de la Junta de unas tierras que un clérigo dejó en 1656 para financiar las bodas de las huérfanas

En Pedroche hay quien cree que el espíritu del ministro de la regente María Cristina de Borbón Juan Álvarez Mendizábal pulula en el ambiente. "¡Ha resucitado Mendizábal!", encabeza un escrito firmado por cientos de vecinos que se oponen "a la venta a escondidas" de unas tierras que en 1656 dejó el clérigo Simón Obejo para "el casamiento de doncellas huérfanas". Las firmantes insisten en que el ministro está concluyendo en esa localidad vallesana la desamortización que emprendió en el país allá por 1836. "Entonces las tierras se ponían en pública subasta y ahora se venden a escondidas y, cuando el pueblo se entera, ya está concluido el negocio", recalcan.

Esta peculiar historia comienza el 15 de octubre de 1656, día en el que falleció el sacerdote, "dejando una obra pía a la que dotó con las rentas de 14 fincas para esos casamientos", explica José Ignacio Pérez, uno de los miembros de la Asociación Benéfica Simón Obejo. Pérez detalla que "la renta asignada para cada doncella era de 400 reales cuando el precio de los jornales era de sólo cuatro reales. Hoy por tanto equivaldría al importe de 100 jornales". Luego la fundación creada para tal fin cumplió escrupulosamente durante más de 350 años con el deseo póstumo del clérigo. "Es más, al llegar la desamortización de Mendizábal, el Estado repartió otras obras pías y, sin embargo, de las tierras de Pedroche sólo se salvaron las de la Fundación Simón Obejo. Se consideraba demasiado injusto suprimir una fundación dedicada a ayudas a las huérfanas", resalta.

Luego, en 1888 la administración de la obra pía pasa a manos de la llamada Junta Provincial de Beneficiencia de Córdoba, en la que figuraba el alcalde de Pedroche como integrante, para que posteriormente, y hasta la fecha, la gestora de las tierras sea la Delegación Provincial de Igualdad y Bienestar Social. "Esta Delegación, contradiciendo la voluntad del pueblo, beneficiario de esta fundación, ha modificado la voluntad de Simón Obejo y ha dedicado a becas lo que antes era para las huérfanas, cuando las becas son obligación del Estado", insiste el presidente de la asociación, Bautista Misas, que incluso lo argumenta del mismo modo en una carta de queja remitida al Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo. Misas va más allá y sentencia que posteriormente "se da un paso más grave al poner en venta los bienes de la fundación para construir una guardería. Tampoco se tiene en cuenta que los pueblos que necesitan guarderías reciben para ello subvenciones del Estado sin necesidad de destruir fundaciones particulares", apostilla. En la misiva a Chamizo, el presidente de la asociación recalca que "como la excusa de la guardería tampoco justificaba la destrucción de la fundación, ahora se proyecta construir un local o nave como sede de un catering para hacer y repartir comidas".

Tanto Misas como Pérez subrayan que "ya se ha vendido una haza de nueve hectáreas y el resto de las 14 hazas llevan un año sin ser arrendadas para que ningún arrendatario pueda acabar oponiéndose a la venta".

Los vecinos opositores no hablan ya sólo a través de un documento al que acompañan firmas sino también con pancartas fijadas en el término municipal. "Hay demasiada prisa por convertir las tierras en dinero. Queremos que se analice, por ejemplo, la negativa a conceder las ayudas que solicitaron en 2002 las huérfanas Isabel Rubio Castilla y Francisca Vioque Díaz. Es un abuso por parte de la Delegación que se les niegue la subvención ordenada por el fundador y, por otro lado, que se dejen sin arrendar unas tierras que durante un año arrojan un beneficio de unos dos millones de las antiguas pesetas", sentencian.

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