Los olivareros cordobeses están desanimados después de comprobar cómo el precio del aceite sigue con su tendencia bajista a pesar de que el mercado está casi suspendido. Según los datos de la última Lonja del Aceite de Asaja, el precio del virgen extra ha vuelto a caer unos tres céntimos en sólo una semana y su coste ya oscila entre los 2,08 y los 2,11 euros por cada kilo. Esta tasa es la misma que se pagaba hace 15 años.

Hace poco menos de un mes, la mayoría de los productores que depositan su aceite en las cooperativas decidieron no vender con estos precios, con la esperanza de que una vez suspendido el mercado los comercializadores y envasadores optasen por elevar estos costes. Sin embargo y pese a las previsiones, el aumento en el precio del zumo de aceituna sigue sin llegar y lejos de subir lo que hace de forma imparable es bajar. En principio, los comercializadores achacan esta situación a un descenso en el consumo de aceite y también a que todavía cuentan con reservas de la pasada campaña, una de las más cuantiosas de los últimos 15 años.

Las organizaciones agrarias han insistido en que con estos precios más de la mitad del olivar cordobés no es rentable, una situación que se convertiría en dramática con la futura desaparición de las subvenciones europeas.

En este sentido, el aceite de medio grado extra se ha vendido a 2,04 euros por kilo, por debajo de los 2,08 euros que cotizó la semana anterior. El precio del aceite virgen en botella de un grado ha oscilado entre los 1,98 y los 2,01 euros, cantidades inferiores a los 2,04 euros por tonelada de la semana pasada, y el precio del lampante para refino ha caído de los 1,97 a los 1,94 euros.

La cotización del aceite de orujo baja a los 84 céntimos de euro por kilo, frente a los 84,2 euros de la última sesión, en tanto que la del aceite de girasol ha variado entre 66,1 y 69,1 céntimos de euro por tonelada, mientras que la semana anterior lo cotizó entre 75 y 75,5.