Provincia

Las poblaciones de águila imperial y buitre negro se consolidan en la provincia

  • Un total 25 pollos de águila imperial lograron volar con éxito en 2016, mientras que hubo 49 puestas de buitre negro

Un águila imperial, con una presa.

Un águila imperial, con una presa. / reportaje gráfico: el día

Las poblaciones de águila imperial ibérica, una especie endémica de la Península en peligro de extinción, y de buitre negro empiezan a dar signos de estabilidad en la provincia. Así lo puso ayer de manifiesto el delegado de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Francisco de Paula Algar, durante la primera sesión ordinaria de 2017 del Consejo Provincial de Medio Ambiente y la Biodiversidad, cuya finalidad es promover la participación de organizaciones representativas de intereses sociales en materia cinegética, piscícola, forestal, de flora, fauna y ambiental.

Cuando se puso en marcha el Plan de Recuperación del Águila Imperial en 2002, en la provincia había censadas únicamente seis parejas reproductoras; el año pasado, se localizaron 25 territorios de nidificación, dos más que el año anterior, y aparecieron nuevas áreas en el Parque Natural de Hornachuelos, el valle del Guadalmellato y Los Pedroches. Además, de los 29 huevos eclosionados, se ha logrado que 25 pollos logren volar con éxito, lo que "garantiza la continuidad de la especie", dijo Algar. En el conjunto andaluz, en 2016 se confirmaron 111 territorios donde nidifica esta especie y, respecto a 2015, se localizaron 11 nuevas parejas.

La disminución de los envenenamientos y de las electrocuciones reducen la mortandad

La principal causa de mortalidad del águila imperial son las electrocuciones, si bien en 2016 sólo se detectó un caso. Para solucionar el problema, aparte del seguimiento que se hace de una manera general, en los tramos más conflictivos se buscan acuerdos con los titulares de las fincas. El águila imperial es una de las rapaces más amenazadas del mundo, catalogada como en peligro de extinción. Algar destacó que la finalidad del plan de recuperación es "disminuir la categoría de amenaza para pasar de en peligro de extinción a vulnerable".

En cuanto a la evolución del buitre negro, en 2016 se censaron en Andalucía cerca de 400 parejas reproductoras, el 19% del total nacional, de las que 57 parejas se ubican en el Parque Natural Sierra de Hornachuelos. De esta población, se confirmaron 49 puestas. El responsable de Medio Ambiente subrayó la evolución de esta especie en el parque natural, con un crecimiento anual del 7% desde 2006, y recalcó que las claves están en la etapa preadulta y en la disminución de la tasa de envenenamiento en un 8 % en toda Andalucía.

Algar también presentó la memoria de la erradicación de uso ilegal de cebos envenenados en Andalucía en 2015, cuyas actuaciones comprenden tres grandes líneas de trabajo: la obtención de información para su empleo como herramienta de gestión, la actuaciones divulgativas como concienciación y prevención, y actuaciones policiales como la persecución del delito.

Desde que se puso en marcha este plan de acción en 2004, se han reducido un 70% los casos de envenenamientos y se han realizado hasta 2015 un total de 383 inspecciones en la provincia de Córdoba. En cuanto a las aves liberadas por el programa, en el caso del quebrantahuesos la mortalidad se ha reducido de un 47% a un 11%.

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