El entorno del Guadalmellato alberga en una finca cercana al pantano de Navallana tres linces ibéricos más, y ya son 21 en este paraje, todo un logro para que este preciado animal recupere su espacio en Sierra Morena. La suelta de estos nuevos tres felinos -llamados Hulla, Hispano e Hierba-, dos hembras y un macho, causó ayer expectación tanto en las autoridades como en los propietarios de las fincas y vecinos de zona, que esperaban expectantes el acontecimiento. El buen tiempo, casi primaveral, también invitaba a ello. Sobre las 15:50, una decena de coches se reunían en la explanada de Navallana para dirigirse hasta la finca El Cotillo, el lugar marcado en la ruta para liberar a los felinos, que tuvo lugar en torno a las 16:15.

La de ayer fue una suelta conocida como blanda. "Se llama así porque la hacemos en un cercado para que se preadapten primero y luego se van libres", comentó Miguel Ángel Simón, el responsable del proyecto Life Lince en Andalucía. Y es que los linces se soltaron en un recinto vallado de cuatro hectáreas, para que los investigadores de la Consejería de Medio Ambiente y del proyecto Life Lince comprueben de primera mano que son capaces de cazar y que sus comportamientos les permitirán luego desenvolverse en un entorno abierto. "En un mes aproximadamente estarán preparados para salir, cuando vemos que son capaces de alimentarse y cazar por sí mismos los conejos silvestres naturales", aseguró Simón. Además, el director del programa adelantó que "también se realizarán algunas sueltas directas, es decir, abrir las jaulas directamente al campo". La razón de que tenga previsto realizar esta modificación en las sueltas es que "queremos experimentar también de esta manera, y por otro lado, está el factor económico. Es cara la instalación de unas vallas con electricidad cada vez que queramos soltar un ejemplar", puntualizó.

Poco después de las 16:00 llegó el consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, acompañado de la delegada del Gobierno de la Junta, Isabel Ambrosio, y otras autoridades locales. Tras atravesar los senderos empedrados, las tres jaulas cubiertas con una tela oscura esperaban ya en el recinto, recién llegadas del centro de cría de El Acebuche y La Olivilla. La impaciencia se palpaba entre los numerosos asistentes y el ambiente era de nervios y emoción. La dueña de la finca El Cotillo, aunque no sin cierta resistencia, pudor y prudencia, fue la encargada de liberar al primero de los linces que se paseó con estilo por el recinto ante el asombro de los asistentes, que guardaban un escrupuloso silencio. Aún con el efecto de los sedantes propios del viaje, el segundo y el tercer felino se dejaron ver y se mostraron mansos en todo momento. Mientras el segundo ejemplar salía de su pequeña celda, la nube de espectadores disfrutaba de la belleza de un animal único que se perdía en el mismo camino emprendido anteriormente por su compañero, que aún se podía divisar entre los setos. Los informadores gráficos lo agradecieron a la hora de realizar sus fotografías.

El objetivo de este conjunto de estas sueltas de Life Lince es doble. "Por un lado queremos crear aquí un núcleo de población y, por otro, queremos que haya un continuo de linces entre Cardeña, y Andújar", indicó Simón. Los expertos entienden por núcleo de población que en una zona haya, como mínimo, 15 hembras territoriales. Actualmente, en el Guadalmellato hay seis. Durante el pasado año nacieron ocho crías de lince, uno de ellos murió, lo que según Simón es una cifra normal, aunque también señaló que la principal causa de mortandad entre los felinos registrados con el GPS no son los atropellos, "son las enfermedades, por lo que tenemos un programa de control y chequeo sanitario porque este tema nos preocupa".

Mientras, el consejero destacó que el Guadalmellato "gana en salud ecológica, en condiciones de mejora para el desarrollo económico", a la vez que añadió que la población del lince se ha triplicado. También se mostró agradecido "a los vecinos, que están comprometidos con la recuperación del felino".