Peñarroya-Pueblonuevo

Una segunda vida para 'Antón'

  • La Casita del Peñón rescata a un perro maltratado y genera una ola de solidaridad

Un momento de la intervención veterinaria.

Un momento de la intervención veterinaria. / El Día

Brutalidad, atrocidad, salvajada. Estos son algunos de los calificativos que se pueden aplicar al maltrato que ha sufrido un perro en Peñarroya-Pueblonuevo que fue rescatado de una muerte segura por integrantes de la asociación Aspap La Casita del Peñón. Antonio Gómez, integrante del colectivo, fue la persona encargada de recatar al can, que se encontraba dentro de una bolsa en uno de los márgenes del arroyo de la Hontanilla. "Recibimos la llamada de una persona que paseaba por el parque del Riillo y que nos alertó de que había visto un perro abandonado en la zona. Fuimos y encontramos una bolsa que estaba vacía y, al lado, otra donde se encontraba el perro", relata.

Pensaron que se trataba de un abandono más de los muchos que hay, pero lo espeluznante llegó cuando empezaron a examinar al animal. "Al sacarlo de la bolsa, a simple vista, parecía que su estado no era malo, pero al mirarlo bien nos dimos cuentas de la atrocidad. Tenía una cuerda atada al cuello que lo tenía casi seccionado, se trataba de un animal que había estado sometido a un maltrato durante un largo periodo de tiempo. Con la cuerda lo intentaron ahorcar y la herida se debe a que cada vez le apretaban más y más", dice.

Además de la herida del cuello, el perro presentaba derrames en los ojos, una de las patas la tenía prácticamente inmóvil y sufría una fuerte contusión en el cráneo, a lo que se une la abundante pérdida de sangre. Antón, que ha sido el nombre que le han puesto al animal, ha sido trasladado a una clínica de Pozoblanco, donde Antonio confía en que salve su vida.

Desde que se conoció esta atrocidad, la ciudadanía se ha volcado con aportaciones económicas para poder costear el tratamiento y las curas, una solidaridad que agradece La Casita del Peñón.

Los hechos se han puesto en conocimiento de la Policía, mientras la ola de solidaridad se amplía a colectivos animalistas de toda Andalucía. "No vamos a permitir que esta acción se quede sin castigo. Queremos que se aplique un castigo ejemplar, ya que actitudes así no se pueden permitir, por lo que estamos buscando al responsable de los daños para que pague por sus actos", anuncia Antonio.

Y así, poco a poco, Antón empieza a recuperarse: "Ha pasado la noche bien. La herida la tiene de mucho mejor aspecto y la veterinaria nos comenta que no le preocupa especialmente, que necesita curas, pero que va a salir sin problemas". El derrame del ojo es por un golpe en la cabeza "y no presenta tampoco problemas de visión". Ha comido, ha bebido, ha hecho sus necesidades y, quizás, pronto vuelva a corretear junto al arroyo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios