puerto del calatraveño

Qué hacer con las mancomunidades

  • La advertencia de Castro del Río de dejar la entidad del Guadajoz-Campiña Este pese a que su alcalde es vicepresidente abre de nuevo el debate sobre la utilidad de estos organismos

Alcaldes de la Mancomunidad de Municipios Guadajoz-Campiña Este, durante una comparecencia.

Alcaldes de la Mancomunidad de Municipios Guadajoz-Campiña Este, durante una comparecencia. / s. núñez

Primero llegó la advertencia de Pozoblanco, y esta última semana la de Castro del Río. Ambas localidades han puesto en el punto de mira la funcionalidad y agilidad de las mancomunidades de municipios tal y como ahora se gestionan, su utilidad pública y su gobierno. Convertidas en ocasiones en enormes mecanismos burocráticos, en la práctica sus competencias, difusas, se solapan con las de otras administraciones y sus elevados costes de funcionamiento han llevado a que, en los años de estrecheces económicas, su objetivo no haya sido otro que sobrevivir, con presupuestos que a duras penas han servido para pagar sus engranajes y a sus trabajadores. Es éste el razonamiento principal esgrimido por el alcalde de Pozoblanco, el independiente Emiliano Pozuelo, para justificar la polémica baja de Pozoblanco de la Mancomunidad de Los Pedroches, y argumento similar el aportado por la localidad de Castro del Río para marcharse de la del Guadajoz-Campiña Este. Y eso que el ideario político de IU, que gobierna el Ayuntamiento castreño, siempre ha apostado por fortalecer las administraciones comarcales frente a, por ejemplo, las diputaciones.

¿Para qué sirve una mancomunidad? Sus competencias, según la Ley, deben orientarse exclusivamente a la realización de obras y a la prestación de los servicios públicos que sean necesarios para que los municipios que las componen puedan responder a las obligaciones que la normativa les adjudica. Esto es, urbanismo -planeamiento, gestión, ejecución y disciplina-; protección y gestión del patrimonio histórico; promoción y gestión de la vivienda de protección pública con criterios de sostenibilidad financiera; conservación y rehabilitación de la edificación; gestión de los residuos sólidos urbanos y protección contra la contaminación acústica, lumínica y atmosférica en las zonas urbanas, o abastecimiento de agua potable a domicilio y evacuación y tratamiento de aguas residuales. Transporte colectivo urbano; información y promoción de la actividad turística; ferias, abastos, mercados y comercio ambulante, o protección de la salubridad pública también se sitúan, teóricamente, entre sus competencias. Pero, ¿que pasa en la práctica?

El alcalde de Castro del Río, José Luis Caravaca (IU), ponía esta semana los puntos sobre las íes en una misiva remitida al presidente de la Mancomunidad del Guadajoz-Campiña Este y alcalde de Baena, Jesús Rojano (PSOE). "Además de la crisis en que se encuentran las mancomunidades, provocada principalmente por la falta de apoyo de las instituciones de mayor envergadura, existe en la Mancomunidad del Guadajoz-Campiña Este una escasez de programas y propuestas destinados a la ciudadanía que justifiquen la importante aportación económica que se realiza desde los ayuntamientos", se quejaba Caravaca, quien paradójicamente es vicepresidente de la entidad supramunicipal. También aludía Caravaca al "malestar de los vecinos de Castro del Río ante cuestiones que atañen directamente al funcionamiento diario de la Mancomunidad", como que "la página web no ofrece de un modo plural y actualizado la información generada por los municipios, que en el caso de Castro del Río es amplia y constante", y recordaba que el material encargado a institución supramunicipal para Fitur 2017 no fue presentado al Ayuntamiento castreño hasta la celebración de la feria.

El regidor de Pozoblanco, como ya es sabido, ha llevado a su localidad a negociar la salida de la Mancomunidad de Los Pedroches, lo que ha sido muy contestado por dirigentes socialistas de la comarca, que entienden que la marcha del municipio más poblado del Norte llevará a la desaparición de la entidad. "A día de hoy, no está desempeñando ningún papel y es una tristísima noticia. O definimos claramente a qué se dedica la Mancomunidad o no participaré en un engendro político que no lleva a ningún sitio", llegó a advertir el regidor, Emiliano Pozuelo, antes de pactar la salida con su socio de gobierno (el PP). Éste es el contexto y estos son sólo dos casos de un debate abierto hace algunos años mientras que en los senos de estos organismos lo que se vive es, en realidad, una lucha de poder entre partidos, que son los que de una vez por todas deberían decidir qué hacemos con las mancomunidades.

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