Provincia

Un crespón negro recuerda a la menor

  • El alcalde transmite un mensaje de tranquilidad y dice que son casos "aislados"

En el colegio Ramiro de Maeztu, donde la niña fallecida de siete años cursaba segundo de primaria, las banderas de la fachada están recogidas y un crespón negro recuerda su ausencia. Y así se mantendrá hasta hoy viernes, último día de clase antes de la vacaciones navideñas. Además, el mismo día de la muerte de la pequeña, el pasado martes, unas horas antes del sepelio, alumnos y profesores se reunieron en el patio del colegio para rendir homenaje a la que hasta ese momento había sido alumna y compañera. Según el director del centro, Manuel Arroyo, sus propios compañeros de clase "leyeron unas frases y unas poesías dedicadas a la compañera en un acto muy emotivo que finalizó con un minuto de silencio".

La fulminante muerte de la pequeña ha sobrecogido y conmocionado a todo el centro escolar. Según Arroyo, la niña había faltado a clase durante una semana "porque tenía la varicela. El viernes 14 -continúa- volvió al centro; al regresar a casa le dio fiebre y su estado empeoró, lo que motivó que la familia la llevase al servicio de Urgencias en Puente Genil desde donde fue derivada al Hospital Reina Sofía, muriendo en la madrugada". El director considera el fallecimiento como algo "accidental" pues "al salir de una varicela estaba baja de defensas, lo que ha podido precipitar que perdiese la vida", argumenta.

No obstante, fue el propio director del centro quien avisó el mismo lunes a Salud de lo que había pasado con la alumna y, "la respuesta fue inmediata, me llamaron el día 18 al mediodía y me dijeron si era capaz de reunir en el centro a los compañeros de clase de la pequeña y a sus padres para las 14.00", explica Arroyo. En la reunión, un médico del SAS entregó las dosis del antibiótico contra la meningitis a los padres de los alumnos para que se las suministrasen a sus hijos, no sin antes informarles "porqué se hacía y cómo se podía contagiar esta enfermedad", señala el director, quien comenta que en la reunión el propio profesional, aunque no confirmó que se tratase de la meningitis, "pues lo estaban investigando", sí dijo que "había un 90 por ciento de probabilidades". Ni profesores ni el resto de alumnos del centro han necesitado tomar medicación.

El director del Ramiro de Maeztu asegura que no ha habido contagios en el centro y que tras las explicaciones que ofreció el doctor a los padres, "están tranquilos dentro de la preocupación que surge ante un caso de éstos". Según Arroyo, la menor vivía frente al colegio, en el seno de una familia normal y, además, "era una alumna buena, con notas destacadas y querida por sus compañeros y profesores". El probable caso de meningitis de la pequeña fue posterior al del niño.

El alcalde de Puente Genil, Manuel Baena, ha transmitido un mensaje de tranquilidad a la población. Deja claro que los dos casos han sido aislados, fruto de la casualidad, ya que el niño pertenecía al colegio Castillo Anzur y la niña al Ramiro de Maeztu.

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