A pesar de que el concejal de Obras, Servicios e Infraestructuras, Emilio Montes (PSOE), anunció el pasado enero la llegada inminente de un camión para la limpieza de los imbornales, esa llegada no se hizo realidad hasta ayer. La empresa mixta Aguas de Lucena ha comprado el vehículo, por el que ha desembolsado 140.000 euros. A partir de ahora, el camión limpiará todos los sumideros con una periodicidad mayor a la actual en un intento de no volver a lamentar nuevas inundaciones provocadas por copiosas tormentas. Según Montes, el retraso se ha debido a "la necesidad de tiempo para montar la carrocería, ya que el camión está hecho a medida, y por los trámites burocráticos para su homologación". El edil aseguró que "la tardanza ha sido ajena al Ayuntamiento y a la empresa".

Esta limpieza afectará a 2.788 imbornales, 2.454 pozos de registro y 1.244 correspondientes a la antigua red de tajeas, además de los nuevos 22 pozos y 400 imbornales correspondientes al nuevo plan parcial residencial Oeste 1. El funcionamiento del camión, según explicó ayer el gerente de la empresa Aguas de Lucena, Francisco Barrera, consiste en "una bomba de alta presión que rompe la suciedad que se encuentra dentro del saneamiento y además contiene una bomba de vacío para que los residuos sean succionados". En la cisterna, comentó Barrera, "existen dos compartimentos con capacidad para 3.000 litros cada uno. En uno de ellos hay agua limpia para introducirla a presión por el conducto y en el segundo es donde se almacenarán los lodos". Estas aguas residuales se transportarán hasta una depuradora, ya que "se trata de líquidos tóxicos".

El edil señaló que "este servicio va a suplir el que ya estábamos realizando mediante la contratación de otras empresas", por lo que "mejoraremos el tiempo de respuesta y servicio", además de "eliminar o mitigar muchos de los problemas de saneamiento".