Los vecinos de Lucena, Puente Genil, Cabra, Cañete de las Torres, El Carpio o Bujalance tendrán que seguir esperando. Y no a la lluvia para que engorde las aceitunas, que también, sino a que la Junta de Andalucía cumpla la promesa de desarrollar sendas autovías para facilitar las comunicaciones de estos municipios. La consejera de Justicia, Rosa Aguilar, presentaba el miércoles los presupuestos autonómicos para el próximo ejercicio 2018, y ni rastro de partidas para estas autovías, algo que por otra parte ya no causa sorpresa. Tal vez haya que encomendarse a algún santo para que este compromiso se haga realidad, que patronas y patrones tenemos en la provincia para todas las advocaciones, aunque no creo que estén faltos de súplicas y requisitorias con la que sigue cayendo pese a que algunos se empeñen en intentar convencernos de que la crisis económica está pasando. Miro a mi alrededor y no es así cuando la realidad sigue dando zarpazos.

Volvamos al asunto, a las carreteras y a las promesas, que en determinados momentos cayeron como la lluvia que ahora no llega. Un centro sociosanitario por aquí, un centro agrotecnológico por allá, un cercanías de aquí a aquí, una carretera ahí, otro hospital. Y luego nada. A esperar. Ni en 2016, ni en 2017, ni en 2018. Casi como la lluvia, que no aparece y los pantanos están ya al límite. En Baena han anunciado esta semana que sacarán en procesión extraordinaria a Nuestro Padre Jesús Nazareno en rogativa de lluvia. Alguien debería interceder también por si el santo puede hacer algo para que la Junta de Andalucía materialice de una vez por todas estas carreteras. Nunca se sabe.

Decía el alcalde de Puente Genil, el socialista Esteban Morales, hace poco más de un año en este mismo periódico que de 2018 no pasaba, que la Autovía del Olivar "debía" tener presupuesto para el ejercicio que entra. Morales es uno de los alcaldes cercanos a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y en alguna ocasión la líder del PSOE andaluz ha aireado que consulta al regidor pontanés sobre asuntos municipales como gurú de cabecera. Parece que estos contactos han servido para poco en esta ocasión, pues la Autovía del Olivar va a tener que esperar, un año más, para resignación de vecinos y conductores en general.

"Entendemos que habrá un escenario posible para 2018", dijo Morales, al considerar que "se trata de una vía estratégica para la Junta y sabemos la dificultad que hay, pero confiamos en que en 2018 se incluya", dijo entonces Morales. No ha sido así, aunque el PSOE ha salido esta semana en defensa del presupuesto autonómico, al igual que el PP hace lo propio con las cuentas del Gobierno central aunque ninguna de las dos sean defendibles para la provincia. Así nos va.

La Autovía del Olivar responde a la necesidad de establecer un corredor en la zona sur de Córdoba para unir la A-92, a la altura de Estepa, con el norte de Jaén, cruzando las comarcas de la Campiña Sur y la Subbética. En julio de 2009, quedó inaugurado el tramo de diez kilómetros que separa las localidades de Lucena y Cabra tras una inversión de más de 26 millones de euros. Posteriormente, el punto de mira se centró en la construcción de casi 40 kilómetros entre las localidades de Lucena, Puente Genil y Estepa, ya en Sevilla, un proyecto que también ha sufrido diversos problemas y que, por ahora, parece condenado a permanecer en la agenda de las reivindicaciones de los representantes políticos de los municipios afectados.

La misma condena recae sobre la autovía a Jaén, otra vieja promesa de la Junta de Andalucía para unir el Alto Guadalquivir con Torredonjimeno, a través de El Carpio, y que sobre el papel implica desdoblar la A-306. Tampoco la consejera de Justicia tuvo palabras de aliento sobre esta vía en su comparecencia pública del miércoles, por lo que todo apunta a que habrá que seguir esperando unos cuantos años más porque, según la Junta, antes hay que terminar los proyectos inconclusos. Y son unos cuantos. Tal vez, y volviendo a los santos, haya que encomendarse a la Virgen de la Cabeza de El Carpio, por donde esta autovía debería pasar, y que desde anoche luce coronación pontificia. No es poca cosa. Y nunca se sabe.