-Su partido, el PSOE, mantiene un acuerdo de gobierno con IU en Lucena que se toma como referencia en muchas instancias, sobre todo, a nivel de las direcciones provinciales de los dos partidos. Este tipo de pactos ¿potencian el trabajo en equipo y diluyen los personalismos?

-En lo que a mi respecta, jamás he pensado en la promoción personal porque yo entré en política por vocación de servicio y, eso no ha cambiado. Ahora, cuando se formaliza un pacto se propicia la gobernabilidad y eso está por encima de aspiraciones personales.

-Se lo digo porque hay quien critica el excesivo protagonismo de IU en este acuerdo.

-Eso es algo que siempre suele pasar y que en casi en todos lo pactos suele ocurrir, pero yo, se lo digo de verdad, ni reparo en ese tipo de cuestiones. Creo que nosotros lo que tenemos que intentar es llevar Lucena al mejor puerto posible. Es vedad que Miguel Villa [portavoz de IU y concejal de Urbanismo] tiene un área de responsabilidad importante, más contacto con la ciudadanía y, por eso se pudiera pensar que tiene más protagonismo, pero en absoluto eso es así. Yo siempre he tenido claro que cualquier equipo de gobierno, con pacto o gobernando en solitario, tiene que tener un carácter democrático y participativo. Las decisiones me gusta consensuarlas y hacer partícipe al equipo.

-¿Satisfecho entonces con este acuerdo con IU?

-La valoración es muy positiva. Pese a que somos dos fuerzas con una ideología que aunque similar es distinta, cada uno con una tendencia, evidentemente hemos fortalecido un gobierno izquierdas. Yo entiendo que la ciudadanía quería un gobierno de izquierdas y nosotros estamos fortaleciendo esa idea. Es más, teniendo en cuenta la situación que atravesamos y por todo lo que Lucena lleva arrastrado por su carácter industrial, yo creo que ese pacto de izquierdas entre PSOE e IU, posiblemente, es lo mejor que le ha pasado a Lucena.

-¿Y la oposición del PP? Parece que comenzó muy fuerte y que esa presión va decayendo.

-Más tranquila sí esta. Nosotros estamos intentando hacer las cosas lo mejor que podemos y eso también lo entiende el Partido Popular. No obstante, debate sí existe en los plenos.

-Un dirigente de su partido comentó en una ocasión, en tiempos de bonanza, que había que medir muy bien el crecimiento, porque Lucena era un gigante con pies de barro.

-Yo creo que no. Lo que sí es verdad es que la capacidad de crecimiento de Lucena ha sido muy rápida y eso sí es un problema. Cuando se crece tan rápidamente no da tiempo a consolidar la estructuras y creo que hay más de eso que de un gigante con pies de barro. Hemos hecho muchos deberes, como en el caso de los polígonos, aunque por desgracia la actividad industrial no es la que nosotros quisiéramos. Los tenemos ahí y tenemos una red viaria que nos va a servir y, en eso es en lo que tenemos que centrarnos y trabajar.

-Pero además, las cifras de paro son las que son en Lucena y eso le debe preocupar.

-La verdad es que sí. Pero además, hay familias que acuden a los servicios sociales y reciben la ayuda que necesitan, pero hay otras que por los motivos que sean no encuentran la respuesta adecuada o sus necesidades son otras y vienen a la Alcaldía aún sabiendo que no podemos solucionar su problema, porque tienen esa pequeña esperanza de encontrar una línea de salvación cuando te plantean su drama. Es durísimo, se lo aseguro.

-¿Tienen controlada la deuda municipal?

-Sí, estamos muy tranquilos en ese aspecto. El porcentaje de la deuda está ahora mismo en un 65%, por lo que tenemos capacidad de endeudarnos más y eso es bueno. Podremos iniciar proyectos que en otras circunstancias no podríamos asumir. Estamos respondiendo con los bancos y eso nos da tranquilidad.

-El urbanismo parece que está bajo sospecha y se ha creado una comisión muncipal en la que usted mismo está presente. ¿Se van a encontrar con situaciones desagradables?

-Bueno, la verdad es que la comisión ha encargado un análisis técnico de los expedientes, que no quiere decir que todos ellos -los 300- sean irregulares, algo que hay que dejar muy claro. Yo estoy convencido de que no habrá ningún incidente fuera de lo normal. Yo confío en los técnicos de Urbanismo, que son grandes profesionales. Han hecho una gran labor y lo importante es saber por qué algunos expedientes paran o dejan de parar. Estoy convencido de que no va a haber ningún tipo de cuestión anómala que nos pudiese poner sobre aviso. En el plano urbanístico nos preocupa que haya algunos planes parciales que no se han podido desarrollar desgraciadamente, algunos de ellos en fase terminal, pero por una cuestión económica los integrantes de las juntas de compensación no pueden ahora mismo aportar más dinero y tendremos que solucionarlo de alguna manera.

-Un proyecto atascado, demasiado embrollado y largo en el tiempo es el del río Lucena. ¿Se acabará algún día?

-La verdad es que sí. Ya se ha enquistado. Yo estoy convenido de que el puente de la carretera de Cabra, que es el último elemento que faltaba, se verá felizmente concluido. Confío en que la Junta sí va a dar respuesta, así nos lo han prometido y, por tanto eso va a ser una realidad. Eso no significa que puedan entrar en funcionamiento los colectores de ambas márgenes del río; de eso no me cabe ninguna duda. De hecho, el Ayuntamiento va a actuar en breve en uno de ellos. Si viene una segunda parte, como es intervenir en el tramo medio del río, algo que está pendiente, y ahí sí que estamos trabajando para que a través de la Confederación se puedan ejecutar algunos trabajos de limpieza. El río ha tenido una inversión importante con los cuatro puentes. Va a ser difícil, sobre todo en estos tiempos, pero es un reto integrar el río Lucena en la ciudad.

-Lo que sí se está viendo en este mandato es una mayor apuesta por la promoción turística.

-Lucena es una ciudad eminentemente industrial y, por eso dejamos un poco más de soslayo, no digo que en el olvido, el lado turístico. Aunque siempre se ha trabajado en este sector, no se ha hecho de una manera tan insistente y tan tenaz como ahora. Nosotros tenemos claro que el turismo es una fuente de ingresos, sobre todo teniendo en cuenta de que hablamos de un turismo de interior. Ahora era el momento de apostar de manera valiente y decidida por esta actividad. Yo estoy convencido de que nos va a dar grandes satisfacciones.

-Una de la demandas de los empresarios es un acceso desde la Autovía de Málaga al parque empresarial Príncipe Felipe. ¿Hay que olvidarse de ese asunto?

-La verdad es que es difícil. Pedí al subdelegado del Gobierno que se trabajara en ello y hay muchas trabas administrativas, pero seguiremos insistiendo. Hasta que no tengamos un no definitivo y existan algunas vías de negociación, nosotros intentaremos agotarlas.

-Cuando se es alcalde de una ciudad como la suya. ¿Da tiempo de preocuparse de las cuestiones de partido, de lo que se dice en Sevilla o lo que apunta Rubalcaba?

-Los problemas de partido son muchas veces compartidos por los compañeros y hay que estar con ellos, sobre todo a nivel provincial, y ser partícipes de sus preocupaciones. De todas maneras, yo creo que los ciudadanos tienen sus miras puestas en otros sitios y hay que acercarse a ellos de otra manera, porque el gran problema de los ciudadanos es llegar a fin de mes.

-¿A usted le gustaría seguir siendo alcalde de Lucena otros cuatro años más?

-[Silencio durante unos segundos] Asumí este reto pensando que iba a ser alcalde cuatro años. Hoy en día, continuar es una posibilidad que contemplo y valoro positivamente. Yo no soy partidario de grandes periodos, pero no me importaría ser el candidato si el partido así lo decide. Eso sí me gustaría dejarlo claro, si el PSOE me pide que siga otros cuatro años estoy dispuesto, pero hasta ahí. Prolongar mucho más todo eso creo que no sería lo apropiado. Esa es mi forma de verlo.

-¿Impondría la limitación de mandatos en los cargo público?

-Es más bien una cuestión personal, dependiendo de la capacidad de cada uno. Yo no lo contemplo como una imposición, sino como algo de cada persona, y pienso que ocho años son suficientes.