La congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul ha visto reconocida su labor en la ciudad de Pozoblanco tras recibir la medalla de oro de la ciudad. Tras su trabajo al frente de la residencia de ancianos Hermanos Muñoz Cabrera desde su puesta en marcha, hace ya 30 años, y ahora que deben abandonar dicha tarea por motivos internos de la propia congregación, las hermanas afincadas en Pozoblanco han recogido una muestra de cariño y agradecimiento de manera institucional.

Así, en un pleno extraordinario celebrado ayer, las hermanas recibieron de mano del alcalde, Benito García de Torres (PSOE), la más alta distinción del municipio. Antes, los portavoces de los cuatro grupos políticos mostraron su agradecimiento por la labor desempeñada y por la atención prestada a los ancianos de estas monjas desde tres décadas.

Tras el acto de imposición de la Medalla, Sor Teresa, que ha estado al frente de la comunidad de religiosas los últimos diez años, ha destacado "el cariño" recibido por hacer "sólo lo que teníamos que hacer". Además, ha recalcado que "dejamos una gran familia", en una ciudad en la "nos hemos realizado tanto social como religiosamente".