"Esta no es una autovía moderna para el siglo XXI". El senador del PP por Córdoba Ángel Blanco aseguró ayer que la decisión del Gobierno de mantener el puente viejo de Benamejí de la N-331 como uno de los dos sentidos de la Autovía de Málaga (A-45) crea inseguridad. "El problema no sólo está en el propio puente, antiguo y que ya presenta problemas, sino en los dos kilómetros anteriores y posteriores". El senador reaccionó así después de que el Día publicara ayer que el Ministerio de Fomento está construyendo varias curvas para la autovía antes de llegar al puente con el objetivo de evitar accidentes. El viaducto estará limitado a 70 kilómetros por hora y para incrementar la seguridad de su paso los técnicos de Fomento han optado por diseñar curvas de radio suave para reducir la velocidad de los vehículos.

Ángel Blanco consideró que la construcción de un puente de cuatro carriles en Benamejí para la Autovía de Málaga es "cuestión de voluntad política". El senador precisó que en el proceso de adjudicación, la empresa que finalmente se hizo con las obras rebajó en 22 millones de euros el presupuesto estimado por el Ministerio. Posteriormente, en una respuesta parlamentaria, el Gobierno precisó la construcción de un puente de cuatro carriles (y jubilar el antiguo) supondría un sobrecoste sobre el proyecto inicial de 23 millones de euros. "No se trata de una cuestión económica por tanto", expresó Ángel Blanco, quien insistió en que "a estas alturas no se entiende porqué el Ministerio de Fomento defiende de esta manera el mantenimiento del antiguo puente de Benamejí".

En este sentido, el senador popular aseguró que el respeto por el antiguo puente de la N-331 obedece más a una "actitud cerril" de la propia ministra de Fomento, Magdalena Álvarez que a una cuestión económica. "Todos los técnicos optaban por la construcción de un puente de cuatro carriles", insistió, que convertiría a la Autovía de Málaga en una carretera "moderna y segura" y no crearía un punto lento que estaría limitado a 70 kilómetros por hora.