priego de córdoba

El futuro Museo Arqueológico estará conectado por un patio con las Carnicerías Reales

  • La Consejería de Fomento propone incluir en el proyecto la puesta en valor de un espacio situado en el callejón del Toro

El futuro Museo Arqueológico de Priego de Córdoba, que irá ubicado en el Molino de los Montoro, encara su recta final. El Ayuntamiento informó ayer de que la redacción del proyecto, como principal novedad, contemplará el estudio de la conexión entre el futuro centro museístico y las Carnicerías Reales, lo que llevará a poner en valor el patio del callejón del Toro, en la trasera de este último inmueble. Este recurso se incluirá a propuesta de la Consejería de Fomento.

El Ayuntamiento subrayó que, tras numerosas vicisitudes, "sigue adelante con la redacción del proyecto", una vez finalizada la fase de obras de emergencia y consolidación cofinanciadas entre los Planes Provinciales de la Diputación de Córdoba y el Ayuntamiento entre los años 2014 y 2015. El proyecto es una continuación de lo ya ejecutado en el anterior mandato, cuando se concluyeron los jardines del Huerto de las Infantas y los accesos y la recuperación del edificio de la Quinta como centro de interpretación del textil, que verá la luz "en los próximos meses".

La terminación del proyecto contempla la recuperación integral del antiguo molino, que albergará el futuro Museo Arqueológico y Etnográfico; el arreglo del pavimento y accesos al mismo desde el patio y los muros perimetrales. La redacción seguirá a cargo de los arquitectos ganadores del concurso de espacios públicos del Recreo de Castilla, Gonzalo y Carlos Díaz-Recasen, que hasta la fecha han asumido la redacción de proyectos y dirección de las obras del Huerto de las Infantas, recordó el Ayuntamiento de la Subbética.

De manera paralela, el Consistorio trabaja "conjuntamente" con la Consejería de Fomento en un "nuevo convenio" que sustente y financie dichas actuaciones, "tan importantes para el municipio". El antiguo molino de aceite data de finales del siglo XIX y estaba construido en un nivel intermedio, entre las cotas altas de la ciudad histórica y las bajas que se extienden hasta las huertas del ruedo de Priego, junto a un canal histórico. El complejo aprovechaba el salto de agua que se producía tras pasar la muralla medieval para obtener la energía necesaria para su funcionamiento.

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