Miles de lucentinos se congregaron ayer en el Paseo de Rojas para salir en procesión hasta la Iglesia Conventual de la Madre de Dios de los Reverendos Padres Franciscanos, con el objetivo de ofrendarle sus flores a María Santísima de Araceli, que se encuentra en el templo desde el pasado miércoles.

El pasado año se estrenaba este nuevo recorrido, que ha variado con respecto al habitual por la permanencia de la Patrona en los Frailes y no en la Iglesia Mayor Parroquial de San Mateo. En aquella ocasión, la lluvia deslucía un acto al que anualmente asisten numerosas asociaciones, colectivos y ciudadanos en general. Ayer, por el contrario, la meteorología no deslució el paseíllo de todos los lucentinos que anduvieron con sus grandes cestas de flores o pequeños ramilletes por las calles El Peso, Juan Jiménez Cuenca y San Francisco hasta llegar al templo donde la Virgen de Araceli aguardaba sonriente.