Muchos municipios de la provincia celebran San Isidro, pero no todos mantienen a rajatabla esa celebración el día del santo, el 15 de mayo. Sin ir más lejos, el pasado fin de semana y con el fin de conseguir una mayor afluencia de personas a sus respectivas citas con el patrón de los agricultores, localidades de distintos puntos de la geografía cordobesa como Fernán Núñez, Fuente Palmera, Villa del Río, El Carpio o Bujalance adelantaron romerías y actividades dedicadas el santo. Otras, como Santaella, Montalbán o Fuente Tójar, entre otras, continúan fieles a una tradición que les ordena no mover del día 15 sus respectivas romerías y actividades con las que honrar al patrón de los agricultores.

Como provincia agrícola, multitud de localidades festejaron ayer al santo, desde la Campiña a la Vega del Guadalquivir, y de la Vega del Guadalquivir a Sierra Morena. En la última de las localidades anteriores esa festividad se prolonga del 12 al 15 de mayo. Fuente Tójar vive de esta manera una de sus citas anuales más destacadas, la Feria Real de San Isidro, que tiene su principal peculiaridad en la actuación de los llamados danzantes durante la romería del santo, celebrada ayer. Ocho danzantes ataviados con faldas estampadas y con sombreros cubiertos de flores de papel de seda dan una primaveral bienvenida al patrón en la iglesia de Nuestra Señora del Rosario al son de una pandereta, un violín, una guitarra y las castañuelas. Danzan y hacen sonar sus instrumentos en un ritual ancestral que se hereda de padres a hijos. Historia y tradición perduran año tras año, generación tras generación. Los danzantes saltan y se cruzan delante del santo, realizando giros. Son ocho las actuaciones que protagonizan en diferentes puntos del recorrido procesional, que termina con un castillo de fuegos artificiales llegada ya la noche.

En el Guadiato son también varios los municipios que festejan San Isidro con romerías, en especial Belmez, del que es patrón, pero también Peñarroya-Pueblonuevo y Villanueva del Rey.

Como todos los años, cientos de belmezanos se congregaron en la Fuente del Corcho, donde disfrutaron de un día de campo junto a familiares y amigos. Mientras, Peñarroya-Pueblonuevo honró al santo en la ermita que lleva su nombre, ubicada en el paraje conocido como Las Picazas. Allí, la misa fue cantada por el coro rociero Nuestra Señora de la Esperanza, y ya por la tarde tuvo lugar la actuación de la escuela de danza del Real Centro Filarmónico, para seguir con una exhibición de doma libre, una gymkhana y carrera de cintas. Y Villanueva celebró San Isidro en la dehesa El Boyal, paraje donde tuvieron lugar distintos concursos, como el de carrozas, con un premio de 150 euros para la mejor y con premios también para jinetes y caballos.