Mesa redonda: Preámbulo de la XVII Feria del Olivo de Montoro

Expertos abogan por la concentración para fortalecer el precio del aceite

  • El debate organizado por 'El Día' abunda en las dificultades existentes en el sector por la fragmentación de la producción para posicionarse frente a los grandes distribuidores.

La fragmentación existente a la hora de comercializar el aceite por parte de los productores es uno de los grandes hándicap que ha de resolver el sector para afrontar el futuro con garantías y para frenar la caída de los precios. En esta idea coincidieron ayer los expertos reunidos en la mesa redonda organizada por El Día como antesala de la XVII Feria del Olivo de Montoro, que hoy se inaugura. "Tiene que haber un gran pacto en el sector o los olivareros van a empezar a caer", auguró el secretario ejecutivo de la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO), Salvador Cubero, quien advirtió de que la concentración ayudaría a que los precios se sostuvieran frente a la competencia externa.

En la misma idea incidió el secretario general del Consejo Regulador de la Denominación de Origen (DO) Aceites de Montoro, Juan Carlos Vega, quien destacó que lo que necesita el marco son "estructuras de comercialización fuertes", aunque admitió que poco puede hacer la DO. "Podemos velar por la calidad, pero actuar sobre los productores inscritos es complicado", advirtió, si bien admitió que en la actualidad existe una "clara desventaja para los productores" frente a la distribución, que sí ha sabido concentrarse. "Incluso en momentos de campañas bajas, concentrar la molturación es complicado. Así que a nivel de comercialización es más difícil aún intervenir", reconoció.

El presidente del Comité Consultivo del Aceite de Oliva y Aceituna de Mesa de la Unión Europea, Rafael Sánchez de Puerta, incidió durante la mesa redonda, celebrada en el montoreño Hotel Mirador, en que el problema que afronta el sector "no es la cantidad" por el aumento de las cosechas en los últimos años, sino el "desajuste de fuerzas entre los que compran y los que venden". Se trata de un "problema histórico" que hay que resolver de inmediato, apremió el experto: "Ahora somos muchos los que vendemos, pero cada vez menos los que compran. Y, como productores, no influimos en la fijación de los precios, cuando se trata de una responsabilidad de dos partes. Los que compran han hecho muy bien su trabajo, pero los que venden lo debemos haber hecho mal", sentenció el experto, que echó en falta cultura empresarial en el sector.

Sánchez de Puerta abogó por abordar "con carácter urgente" la integración de cooperativas, pues "los países del norte llevan una ventaja tremenda". "Debe ser un camino de no retorno. Si tenemos unas estructuras que compran grandes volúmenes, debemos contar con unas estructuras similares para la venta", argumentó.

La consecuencia que lleva aparejada este desequilibrio, según advirtieron los expertos, es la caída de los precios por las dificultades para la negociación. "Al final, lo importante es vender, y vender lo mejor posible. Hay que habituar al consumidor, porque el hecho de que los precios estén baratos al final perjudica a muchos y beneficia a pocos y siempre a los mismos", dijo el presidente del Consorcio Feria del Olivo de Montoro y alcalde del municipio, Antonio Sánchez Villaverde (PSOE). El regidor puso sobre la mesa la necesidad de que el sector se diversifique, para lo que apostó por "ligarse al turismo rural o poner en valor el patrimonio". También abogó por "identificar" el aceite de oliva y la salud para potenciar su consumo.

En cuanto a los bajos precios que se paga a los agricultores, se mostró divergente el empresario José Ramón de la Rosa. "Con el aceite barato se hace más camino. Para hacer mercado, no puedes vender caro. Hay que tener un poco de paciencia y en unos años vendrán más empresas de todo el mundo a buscarnos", dijo el emprendedor, quien incidió en que la variedad y la calidad de los aceites españoles decantará a los consumidores frente a los de Túnez, Grecia o Italia. "Tenemos tanta variedad que en un futuro no muy largo no habrá competencia posible. Las producciones se han doblado en cuestión de ocho años. Antes no éramos nadie en el mundo", dijo De la Rosa, quien animó a resistir con los bajos precios como método para anular el resto de la oferta.

Frente a esta idea, el posicionamiento general de los expertos fue la apuesta por la calidad como elemento diferenciador de la mano de las DO. Aunque, claro está, siempre hay que escuchar a los consumidores, como advirtió Sánchez de Puerta: "Nos empeñamos en vender un aceite de máxima calidad que a la gente no le gusta, porque amarga y pica. Hemos de escuchar al consumidor, como ocurre con el mundo del vino, en el que las empresas están sabiendo orientar su producto". "Lo muy selecto se vende muy poco", dijo Sánchez de Puerta, quien insistió una vez más en la concentración para vender "sin la gran presión de la distribución", una situación que ocurre en España pero no se existe "en ningún otro lugar".

La directora general de Calidad, Industrias Agroalimentarias y Producción Ecológica de la Junta de Andalucía, Ana María Romero, apostó por su parte por orientar las ayudas públicas hacia los mercados más que hacia los intereses internos de los productores. En Andalucía, la agroindustria sostiene 50.000 empleos y genera el 8% del Producto Interior Bruto (PIB). Romero comparó la situación de la agroindustria andaluza con la catalana, con una balanza comercial más positiva pese a que las exportaciones andaluzas han crecido más. En Cataluña, además, el sector genera más empleos, lo que vinculó a una mentalidad emprendedora que hay que potenciar aquí. De ahí que sostuvo que la Junta dirigirá sus ayudas a aquellas empresas que apuesten por la investigación y el desarrollo, a las cooperativas de segundo grado, a los conglomerados resultados de las fusiones y a las firmas que apuesten por la calidad.

Durante el debate, los expertos también trataron el problema del olivar de sierra, cuya explotación es más costosa que el intensivo o el tradicional. En este apartado, los expertos coincidieron en lamentar la pérdida de ayudas de la Política Agraria Común (PAC), que ha eliminado las ayudas a un cultivo que está "en riesgo de exclusión porque no es rentable", advirtió Romero. La directora general recordó que Andalucía reclama una ayuda de cien euros por hectárea, una subvención que sí se dará a otros cultivos que no se hayan en riesgo de exclusión. Romero, no obstante, confió en que en la revisión prevista en la mitad de marco se rectifique. El presidente del Comité Consultivo del Aceite de Oliva y Aceituna de Mesa de la Unión Europea, por su parte, subrayó que el diseño del nuevo Plan de Desarrollo Rural ha de centrar sus ayudas en este tipo de cosechas para evitar su desaparición.

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