baena

Ecologistas censa 18 parejas de cernícalo primilla y anilla 44 pollos en el Silo

  • La organización advierte de que la pérdida de lugares de nidificación y el abuso de biocidas provocan el declive de la especie

Torre del Moro, con los tejados parcialmente hundidos.

Torre del Moro, con los tejados parcialmente hundidos. / s. núñez

Groden-ecologistas en Acción y el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa) de Majadahonda (Madrid) han llevado a cabo, por sexto año consecutivo, el censo y marcaje de pollos de cernícalo primilla en el Silo Baena. En esta ocasión, se han vuelto a censar 18 parejas, con 47 pollos nacidos de los que 44 han sido anillados.

Una de las novedades de este años es el hecho de que varios ejemplares adultos de cernícalos han sido marcados con dispositivos nano-GPS de cuatro gramos de peso que ya están proporcionando localizaciones de las aves cada 15 minutos. Concretamente, estos dispositivos permitirán conocer con gran detalle los movimientos de estas aves a lo largo de todo el año, información de gran importancia para el conocimiento y conservación de esta especie amenazada; toda esta labor ha sido realizada por personal experto en anillamiento científico de la Sociedad Española de Ornitología. A esta colonia del Silo se suman otras más que se encuentran en Baena y que ocupan espacios como las torres de las iglesias de San Bartolomé, Santa María la Mayor, San Francisco y las murallas del Castillo de la Almedina.

En el seguimiento de las colonias de primillas que se lleva a cabo en el entorno rural de la comarca baenense, según informó ayer el portavoz del grupo Ecologistas, Francisco Ordóñez, se viene confirmando "una pérdida de lugares de nidificación como consecuencia del derrumbe y abandono de antiguos cortijos y construcciones rurales". Al no disponer de cortados rocosos en la campiña, el cernícalo primilla usa los tejados de las edificaciones para criar, siempre que se mantengan en buenas condiciones, sin embargo cuando se abandonan y comienzan a derrumbarse, las aves dejan el lugar, perdiéndose la colonia o en el mejor de los casos trasladándose de sitio.

La desaparición de los cortijos también afecta a otras especies como las carracas, mochuelos, abubillas o cernícalos vulgares. Durante el pasado año, incluso en esta primavera se ha comprobado el derrumbe de algunos cortijos históricos que albergaban importantes colonias de primillas como es el caso del Alférez, la Torre del Moro y Aguilarejos con tejados parcialmente hundidos y abandono progresivo de las colonias de aves.

Fue en 2011 cuando Ecologistas y Grefa firmaron un convenio de colaboración para la adaptación del Silo de cereales al proyecto Corredores para el primilla, generando biodiversidad, consistente en la instalación de nidos para la especie, la crianza campestre y el rescate de pollos abandonados en las colonias urbanas, todo desarrollado por los voluntarios ambientales de ambas entidades y la cooperación del Ayuntamiento de Baena y la Consejería de Medio Ambiente. Ordóñez insistió en que "está documentado que la pérdida de lugares de nidificación y las malas prácticas agrícolas como el uso de biocidas, unido a la desaparición de las lindes, áreas naturales y barbechos, donde estas aves buscan sus presas están detrás del declive generalizado que la especie ha vuelto a sufrir en Andalucía".

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