San Marcos trae vendaval, por delante o por detrás. Como anuncia el refrán, habrá que estar preparado para los acontecimientos meterológicos de los próximos días. Porque, hablando del tiempo, el sol y el calor fueron ayer protagonistas en una jornada festiva en numerosos municipios de la provincia, como Puente Genil, Castro del Río o Rute, con romerías, jornadas camperas y peculiares tradiciones.

En Castro del Río, el 25 de abril es fiesta local y multitud de vecinos acude a los merenderos del parque periurbano para una jornada de convivencia. El alcalde, José Luis Caravaca (IU), recordó que el día de San Marcos se conmemora la victoria sobre tropas moriscas en una batalla que tuvo lugar cerca de la población en el año 1333. Para festejar este momento, los vecinos salen al campo a comer; lo habitual es que los niños hagan sonar tambores y que jueguen con sables de madera y gorretinas, como recuerdo de aquella gesta guerrera. A finales del pasado siglo, la prohermandad de San Marcos, aupada por la peña caballista Virgen de la Salud, promovió una procesión que por la mañana recorre algunas calles del municipio en recuedo del mártir.

En Castro del Río los niños suelen jugar con sables de madera y las típicas gorretinas

También fue festivo en Puente Genil. La joranda arrancaba a las 09:00 con un desayuno junto a la iglesia del Hospital y, una hora más tarde, la hermandad iniciaba el camino con el recorrido habitual y la imagen de San Marcos tirada por bueyes. A las 12:30, la comitiva llegaba a la Caseta Municipal, donde se descubrió una placa conmemorativa en homenaje al grupo Los Jarales.

En Rute, el 25 de abril se disfruta en el campo. Desde primera hora de la mañana, familias y pandillas de amigos acuden a parajes como La Hoz, el pantano de Iznájar, El Lanchar o Fuente Alta para comer en compañía. Lo tradicional es que a los más pequeños se les entreguen las merendillas, cestas llenas de golosinas y las peculiares pavitas de pan y huevo duro.

La localidad guadiateña de Fuente Obejuna también celebró San Marcos con la romería en honor a la Virgen de Gracia, alcaldesa perpetua de la villa. Como manda la tradición, los actos dieron comienzo a las 09:30 con la diana floreada por la banda mellariense de cornetas y tambores. Tras esto, los vecinos disfrutaron en la plaza Lope de Vega de una degustación de perrunillas y anís ofrecido por la hermandad de la Misericordia, mientras se esperaba la llegada de las carrozas y los caballistas que acompañan la imagen de la Virgen de Gracia en su recorrido hasta la ermita.

A las 11:30, se iniciaba la procesión y la imagen fue llevada a hombros hasta su pequeño templo, donde se ofició una misa en su honor. Tras esto, la hermandad de la Misericordia hizo la tradicional paella de San Marcos, que fue repartida entre todos los asistentes. En la celebración no faltaron la alcaldesa, Silvia Mellado (PSOE), y el concejal de Festejos, Javier Montero.