El desarrollo de la Operación Sierra por parte de la Guardia Civil para controlar la legalidad de la actividad cinegética en el centro y norte de la provincia sigue dando sus frutos. El último operativo del instituto armado ha tenido lugar en el término municipal de Villaviciosa, donde los agentes han denunciado a dos organizadores de una montería en la que se abatieron dos hembras de ciervo a las que mutilaron los genitales para ocultar su sexo. El suceso tuvo lugar el pasado 11 de octubre en una finca de Villaviciosa. Los agentes, tras entrevistarse con los organizadores, tuvieron conocimiento que uno de ellos pensaba realizar la denominada junta de carnes, en la que se exponen las reses abatidas en la montería, en un lugar que no estaba autorizado. Una vez fueron trasladadas las reses al lugar permitido, los guardias civiles observaron dos ciervas con la cabeza, el abdomen y los genitales mutilados, con el fin de ocultar el sexo de la res, ya que no estaba autorizada la caza de hembras de ciervo en esa montería.

Sin embargo, la organización no pudo identificar a los cazadores que las habían abatido, por lo que se estableció un dispositivo de vigilancia discreto con el fin de detectar a alguno los "furtivos" que habían participado en la montería, informó la Comandancia de la Guardia Civil en Córdoba.

Momentos después, en un paraje cercano a donde se había celebrado la junta de carnes los agentes localizaron a dos personas de la organización despiezando y limpiando dos ejemplares de jabalí, que no habían sido reconocidas por el veterinario ni habían sido presentadas en la junta de carnes. Por ello, los agentes tramitaron las correspondientes denuncias por el despieces de reses sin autorización y la mutilación de otros dos ejemplares que ya han sido remitidas a las delegación provincial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Córdoba.

Tras el inicio de la Operación Sierra hace unas semanas, el instituto armado ya avisó de que el control de las carnes y la caza furtiva serían dos de las actividades que perseguirían este año los agentes del Seprona, además del control de algunas armas de fuego, sobre todo los rifles, ya que se consideran las más peligrosas. El año pasado, la Guardia Civil desarrolló más de 450 actuaciones en el marco de este operativo y se inspeccionaron 126 cacerías en la provincia cordobesa.