El edil de Urbanismo, Francisco Algar, junto al redactor del proyecto de la antigua Casa de los Mora, Juan Cantizani, visitaron ayer el edificio propiedad del Consistorio desde 1988 y en el que durante seis meses se han desarrollado actuaciones de urgencia con las que se quiere frenar el deterioro de este histórico inmueble y evitar derrumbes. Esta intervención, que ha tenido un coste total de 388.500 euros, ha servido -como destacó el edil- para "garantizar la estabilidad del edificio y la seguridad de los ciudadanos y de los inmuebles colindantes". Francisco Algar manifestó que "siempre que los presupuesto los permitan, seguiremos actuando en este inmueble con objeto de ponerlo en valor y que todos los ciudadanos puedan disfrutar de él". Aún así, no ha aclarado cuál será el futuro uso que se le de al edificio, aunque se encuentran valorando las posibilidades existentes. Algar matizó que "la casa estaba muy deteriorada y con estos trabajos se ha recuperado una parte importante del inmueble, no tanto en cantidad como en calidad".

El redactor del proyecto, Juan Cantizani, señaló que "el edificio, antiguamente utilizado como convento dominico y posteriormente como bodega, se encontraba próximo a la ruina, causando cierto riesgo para la vía pública y daños en los edificios colindantes". Por ello, la urgencia de esta intervención que ha conseguido "estabilizar la infraestructura y evitar los daños que los edificios colindantes estaban sufriendo por problemas de humedades y deterioros como consecuencia del derrumbe de cornisas".

El proyecto de adopción de medidas de seguridad y estabilidad en el convento dominico de San Pedro Mártir, que data del siglo XVII, tuvo que ser modificado en julio y ampliado en 62.000 euros por el peligro de derrumbe de la medianera colindante con la iglesia. La intervención ha contemplado "la reconstrucción del forjado originario de la planta primera, la recuperación y consolidación de la arcada del claustro principal del convento".