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El Cabril tratará a principios de 2008 residuos de muy baja actividad

  • La plataforma Norte del centro se completa tras 16 años de funcionamiento

La celda número 29 de El Cabril, la primera de las cuatro que destinará Enresa en su planta de Hornachuelos para albergar residuos de muy baja actividad, entrará en funcionamiento en el primer trimestre del próximo año, según confirmaron ayer fuentes de la empresa pública. Esa celda comenzó a construirse el 23 de febrero de 2006 y llevará anexo unos edificios -auxiliar y tecnológico- ya concluidos para el tratamiento de ese tipo de basura nuclear que comenzó llegando a El Cabril en forma de residuos radiactivos procedentes de incidentes como el que tuvo lugar en la acería gaditana de Acerinox. Hasta el momento, Enresa ha estado utilizando otras tres celdas de la zona de baja actividad para almacenar provisionalmente esos desechos. Las número 30, 31 y 32 se irán construyendo conforme se vayan necesitando, a medida que se complete el resto.

También durante los primeros meses de 2008 se completará la última estructura de almacenamiento de media y baja actividad de las 16 que componen la plataforma Norte de El Cabril, que ha estado en explotación desde que la instalación de la Sierra Albarrana comenzó su actividad en 1992. La empresa pública detalló que el próximo verano el almacenamiento de residuos de media y baja actividad se trasladará a la plataforma Sur, compuesta por una docena de estructuras de almacenamiento. Las mismas fuentes insistieron en que con la puesta en funcionamiento de esas estructuras para muy baja actividad: "El Cabril dispone de la capacidad suficiente para almacenar todos los residuos radiactivos que se generen en España, incluidos los procedentes del desmantelamiento de las centrales nucleares". Las mismas fuentes indicaron que la finalización de los trabajos en la plataforma Norte de El Cabril traerá consigo el inicio de las nuevas actividades relacionadas con la reintegración paisajística del terreno ocupado por las 16 estructuras de almacenamiento que la componen. Así, en enero comenzarán las obras de desmontaje de los techados móviles que han servido de cobertura en las operaciones de almacenamiento.

Según ya indicó el director de El Cabril, Carlos Pérez Estévez, el 80 por ciento de los residuos procedentes del desmantelamiento de las centrales nucleares serán de muy baja actividad e irán a parar a esas celdas 29, 30, 31 y 32. El director explicó que el centro está diseñado para albergar los aproximadamente 176.300 metros cúbicos de residuos de baja y muy baja actividad que se generarán tras ese desmantelamiento.

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