Las dos cámaras de control de tráfico instaladas en la calle Corredera están ya en funcionamiento. Así lo anunció ayer el teniente de alcalde de Seguridad Ciudadana y Tráfico, Francisco García (PSOE), quien informó de que desde ayer por la mañana se encuentra operativo este dispositivo, aunque durante las dos próximas semanas las infracciones no serán sancionadas con multa. Las cámaras se ubican en la plazuela de la Inmaculada y en la esquina con la calle Don Gonzalo.

"Desde que el actual equipo de gobierno apostó por la semipeatonalización de la calle Corredera, ya informamos de que se iba a proceder al control del tráfico en la zona por videovigilancia. El pasado verano se instalaron las cámaras y a finales de año se implementó el software necesario para dicho control", explicó García, quien añadió que en estos meses se han estado realizando las oportunas comprobaciones sobre el correcto funcionamiento del programa informático que debe reconocer las matrículas autorizadas a transitar y las que no lo están.

Desde que terminaron las obras hace un año, sólo tienen permitido el acceso los residentes

Desde que la calle está restringida al tráfico rodado, las sanciones que se han impuesto han sido por la presencia física de agentes de la Policía Local, pero desde ayer ya está en funcionamiento este sistema, que durante las dos primeras semanas tendrá un carácter informativo, pues "nuestra intención no es recaudatoria", defendió el edil. Así, las personas que transiten hasta el próximo 26 de marzo por la Corredera sin la correspondiente autorización recibirán una hoja informativa explicándoles su actuación y una fotografía en la que se apreciará el vehículo, la matrícula y la hora de paso por este punto del centro de la ciudad.

Francisco García incidió en que su comparecencia de ayer y las dos semanas de adaptación a la nueva situación obedece precisamente a dar la "mayor información posible al conductor y evitar las sanciones que se producirán por transitar por esta calle, ya que nuestro objetivo es comunicar y pedir al ciudadano que cumpla con esta norma que va enfocada a obtener la semipeatonalización del centro de la ciudad".

La semipeatonalización de la calle Corredera, por la que sólo se permite el paso de vehículos de residentes desde que finalizaron las obras de reforma, hace ya un año, ha sido un tema político de primer orden en Montilla. El alcalde, Rafael Llamas (PSOE), defendió en su día que esta decisión supone "el inicio de la transformación del centro histórico de Montilla", toda vez que la localidad de la Campiña Sur -argumentó- se incorpora tarde a la tendencia de hacer los cascos antiguos de las ciudades "más accesibles al peatón" que ya iniciaron hace años otros municipios del entorno. A principios de 2017, además, Llamas solicitó "paciencia" a los vecinos y los comerciantes, pues explicó que, como en cualquier proceso de adaptación, surgirán "dificultades" que el Ayuntamiento "hará lo posible por solventar lo más rápido posible".