Tribuna

Isabel Ambrosio Palos

Alcaldesa de Córdoba

El agua, un poderoso elemento de igualdad

El agua, un poderoso elemento de igualdad El agua, un poderoso elemento de igualdad

El agua, un poderoso elemento de igualdad

La transparencia es uno de esos conceptos que adquieren su principal significado cuando se aplican como adjetivo; de hecho, la RAE define transparencia como la cualidad de ser transparente. Si un adjetivo como éste se aplica a una empresa pública, el significado gana aún más fuerza, pasando de ser una cualidad a una obligación. Y voy más allá, cuando se exige transparencia a una empresa pública que se encarga de un recurso como es el agua, su significado trasciende la gestión de las personas y pasa a cobrar sentido como cualidad de la materia prima con la que se trabaja.

En Córdoba, gracias a la gestión integral del ciclo del agua que se desarrolla desde Emacsa, conseguimos que el agua sea mucho más que transparente, también es insípida e inodora -gracias a su tratamiento con cloraminas-, y supera con creces todo lo exigido por la normativa vigente, tanto en la producción como en la depuración.

Tenemos unas de las mejores aguas de España, es un hecho contrastado, que cuenta con el mejor de los certificados, el de las personas usuarias y consumidoras, que sitúan su satisfacción en unos niveles que rozan el 10 sobre 10; 9,7, para ser más exacta. Datos que obtenemos con encuestas de satisfacción a las que la ciudadanía responde de forma presencial en las instalaciones de Emacsa o, bien, a través de la página web. Todo esto, obviamente, tiene un coste o mejor dicho una inversión, tanto presupuestaria como en talento. Y digo esto, porque es justo destacar que Emacsa cuenta con profesionales altamente cualificados y cualificadas, que con la responsabilidad de quien sabe tener entre las manos un recurso vital, no cejan en su empeño de innovar, mejorar, rehabilitar y cuanto sea necesario para mantener los niveles de excelencia.

Una excelencia que se consigue con medios pero también con voluntades. La voluntad de que nuestra ciudadanía siga teniendo la mejor agua posible; la voluntad de que nadie, sea cual sea su nivel de renta, se quede sin agua -de ahí el mínimo vital, del que a día de hoy se benefician 337 familias cordobesas-, y la voluntad de bajar el precio del agua para ajustar las tarifas al callejero fiscal, así como bonificar a quienes consumen agua por un interés general, como es el caso de los patios.

Voluntad y presupuesto, un binomio que en Emacsa va de la mano. Somos una empresa inversora que revierte todo su presupuesto en la calidad del agua y del servicio para toda la ciudadanía. Porque nuestra voluntad es hacer del agua un elemento poderoso de igualdad, con la máxima calidad y excelencia. En este sentido, valga como ejemplo las numerosas obras de rehabilitación de redes de abastecimiento y saneamiento que hemos llevado a cabo en 2017 y que han tocado prácticamente todos los distritos. Gracias a ellas, hemos conseguido la mejora y adecuación de 21,3 kilómetros de longitud de red de abastecimiento y más de 3,2 kilómetros de red de alcantarillado. Nuestro propósito es dotar a Córdoba de unas redes en perfecto estado y con los mejores materiales, adecuando nuestras conducciones para que puedan prestar el mejor servicio.

En 2018 seguiremos en esta línea, y tenemos previsto intervenir en una longitud de 27,5 kilómetros de abastecimiento y 3,5 de alcantarillado. En definitiva, se trata de mejorar las redes para que la altísima calidad del agua que se produce en la Estación de Tratamiento de Agua Potable Villa Azul llegue en estado óptimo a los hogares y a las industrias.

Industrias y hogares que requieren igualmente de un saneamiento óptimo. Algo que viene a completar el ciclo integral del agua y que en Emacsa se hace a través de la Estación Depuradora de Agua Potable La Golondrina, donde se depuran alrededor de 23 millones de metros cúbicos de agua al año, que llegan al río en perfecto estado para no dañar a la naturaleza en ningún sentido. Si tenemos en cuenta que en Villa Azul se producen y se distribuyen alrededor de 23 millones de metros cúbicos de agua al año, podríamos decir que devolvemos a la naturaleza lo mismo que ella nos da. Si el mundo en su conjunto tuviera este comportamiento, quizá la palabra sostenibilidad tendría el sentido de las metas logradas.

Las puertas de Emacsa están abiertas, queremos ser parte de la solución y por eso mostramos nuestro trabajo a grupos de visitantes adultos y también a escolares, a los que de forma didáctica y lúdica trasladamos buenos hábitos de conducta con respecto al agua. Seguiremos trabajando en este sentido y seguiremos fomentando que la ciudadanía cordobesa devuelva a la naturaleza la fuente de vida y de igualdad que ella nos ofrece. Feliz Día Mundial del Agua.

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