Tribuna

Antonio M. simoni

Profesor de Historia de la Facultad de Teología AD

La Reforma y Córdoba

La Reforma y Córdoba La Reforma y Córdoba

La Reforma y Córdoba

La Reforma protestante es uno de los acontecimientos más importantes de la Historia de la humanidad. El movimiento renacentista, surgido en Italia en el siglo XV, actuó como catalizador, unido a la invención de la imprenta. La exposición de las 95 tesis contra las indulgencias escritas por Lutero y colgadas en la puerta de la catedral de Wittenberg el 31 de octubre de 1517 marcaría el inicio de la Reforma. El Norte de Europa adoptó sus postulados, quedando el Sur como bastión de la religión imperante hasta entonces. Este hecho desembocó en un aislamiento total de Europa, con importantes consecuencias en lo político, social y económico hasta hoy día, y que nos privaron de las aportaciones que tuvo la Reforma en otros países como la alfabetización, la literatura, las artes, o la dignificación del trabajo.

La Reforma protestante en España no se llevó a cabo, aun cuando se daban todos los condicionantes para ello. La monarquía española veía amenazas en la Reforma, que ya se estaba extendiendo por toda Europa. Pese a ello, surgieron las primeras congregaciones protestantes en Valladolid y Sevilla. Entre ellas, María de Cazalla, nacida en Palma del Río. En Córdoba no podemos dejar de mencionar al montillano Juan Pérez de Pineda, secretario del emperador Carlos V, exiliado en Ginebra por su condición de protestante, autor de la Epístola Consolatoria.

No sería hasta el siglo XVIII, con el reinado de Carlos III y su proyecto ilustrado de crear una sociedad ideal, que no surgiría de nuevo el Protestantismo, con los colonos luteranos centroeuropeos que llegaron. La llegada de las compañías mineras, especialmente inglesas y el viaje de Jorge Borrow, así como la conversión de Lorenzo Lucena Pedrosa, de Aguilar de la Frontera, vicerrector del seminario católico de San Pelagio, cuya conversión al Protestantismo supuso el exilio a Inglaterra, donde se convertiría en el primer profesor de Lengua y Literatura Española en Oxford. Sin embargo, no fue hasta la revolución llamada La Gloriosa cuando llegaría por primera vez la libertad religiosa a nuestro país, dándose lo que se llamó la Segunda Reforma.

En Córdoba, en 1869, con la Iglesia Evangélica establecida, se daría un hecho conocido como la cuestión Duncan, en la que Duncan Shaw a través de una carta escrita al Diario de Córdoba informa al pueblo cordobés de que ya hay libertad religiosa. A partir de ese momento se desata una campaña contra Duncan Shaw y la Iglesia Evangélica de Córdoba. El periódico local dedica todo el resto del año en su portada una editorial contra el Protestantismo; además, se crea en Córdoba el periódico El Antídoto, destinado a luchar contra el Protestantismo, y se crea la Asociación Nacional de Católicos para defender el Catolicismo. Aunque la reacción que más destacada viene desde Roma, cuando el Papa Pío Nono escribe a los fieles de Córdoba a que prosigan su lucha contra el Protestantismo.

La Iglesia Evangélica de Córdoba siguió sufriendo la intolerancia y en 1871, según refleja Diario de Córdoba, ante la muerte del primer miembro de una congregación protestante (el niño Rafael Castillo, de 22 meses) se desata otra polémica entre el obispo y Duncan Shaw acerca del lugar de su enterramiento. Tuvo que intervenir el gobernador civil, creándose un departamento en el cementerio para los que morían fuera del Catolicismo romano. El siglo XX fue de expansión, el auge de la enseñanza y las escuelas de la calles Moriscos y Morería, que llegaron a tener 175 niños. No fue hasta 1936 cuando se clausuraron por orden gubernativa todas las iglesias del país, siendo fusilado en Córdoba el pastor Pedro de Vegas. En 1948, se constataría de nuevo que se está atendiendo a un número de miembros y se abría de nuevo la iglesia de la calle Candelaria; a partir de ahí llegarían nuevas congregaciones en la plaza de la Magdalena, calle Alcalde Sanz Noguer y Santa María de Gracia.

Quinientos años después de que el monje agustino alemán expusiese sus 95 tesis en Wittenberg y tras la expansión de la Reforma por toda Europa, podemos decir que hoy día las iglesias evangélicas de Córdoba constituidas en el Consejo Evangélico Provincial siguen proclamando el mensaje del Evangelio en los casi 50 lugares de culto por toda la provincia a través de sus programas sociales, en la educación, las artes, la música, capellanías en prisiones, hospitales y cuarteles militares. Una responsabilidad histórica que se verá recompensada esta noche en el Real Círculo de la Amistad con la presencia de todos los representantes institucionales y la sociedad cordobesa, así como el Consejo Evangélico Provincial al completo. Una noche, sin duda, que nos invita a conocer la otra historia de Córdoba, la de su Iglesia Evangélica.

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