El reto de la estiba

El acuerdo para evitar la huelga es posible, pero el Ministerio de Empleo debe dejar de ser mero espectador

La aprobación el viernes pasado por parte del Consejo de Ministros del decreto-ley por el que se regula el proceso de la estiba en los puertos era un paso necesario para corregir una situación que este y los anteriores Ejecutivos debían afrontar desde que en 2014 el Tribunal de Justicia de la Unión Europea emitió una sentencia que obligaba a España a romper el monopolio que las respectivas Sagep (empresas a las que deben estar asociadas todas las operadoras portuarias) ejercen en los muelles con el fin de garantizar la libre competencia. Ahora bien, como hemos advertido en anteriores ocasiones, puede tratarse de un paso en falso dado que el texto normativo redactado por el Ministerio de Fomento corre el riesgo de no ser convalidado en el Congreso en el plazo estipulado de 30 días puesto que para su elaboración no se ha contado con los grupos parlamentarios de la oposición. PSOE, Podemos y Ciudadanos, en concreto, han expresado su oposición a la propuesta del Gobierno, que tampoco tiene el respaldo de los trabajadores ante el temor de perder derechos laborales. Como alternativa, la oposición podría forzar la tramitación del texto como proyecto de ley y poder introducir así en ella enmiendas, pero España se arriesgaría entonces a que durante este proceso se haga efectiva una segunda sentencia, de carácter inminente, que condenaría a nuestro país al pago de una sanción diaria de 134.000 euros. Se ha tardado demasiado tiempo en tomar una decisión y, cuando se ha hecho, se ha actuado sin consenso.

Pero el mayor peligro al que se enfrentan los puertos es la repercusión de la huelga convocada por los sindicatos. Los trabajadores, frustrado su deseo de que el decreto-ley garantizase la continuidad de sus contratos, intentan ahora que sea la patronal la que asuma dicho compromiso. El acuerdo es posible puesto que el objetivo principal de las partes es lograr la estabilidad de un sector enormemente volátil como el del transporte de mercancías por vía marítima que busca ante todo seguridad en los portes y cumplimiento de los plazos. En este sentido, el Ministerio de Empleo debe jugar un papel más determinante como mediador y dejar de ser un mero espectador.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios