Un paso más para recuperar el sector industrial

La inversión no vendrá sola, sino que además se tienen que dar las mejores condiciones de estabilidad política y seguridad jurídica

La Junta de Andalucía y los agentes sociales -patronal y sindicatos- han dado cuenta de los fines que marca el Pacto por la Industrial para Córdoba, un acuerdo a nivel andaluz que en el caso de la provincia persigue reactivar un sector que ha ido a menos, principalmente en el caso de la capital, ya que en el resto de comarcas del territorio se ha mantenido la actividad pese a la crisis económica. Los datos facilitados por la delegada del Gobierno, Rafaela Crespín, no dejan lugar a la duda. Antes de la dura recesión, la industria generaba en Córdoba casi 38.000 puesto de trabajo, 16.000 más que en la actualidad, por lo que el objetivo es evidente, recuperar esos niveles de ocupación y aumentar el número de empresas del sector.

Pero para llegar a esa meta -el horizonte del plan es el año 2020- no basta sólo con un reparto de incentivos entre los emprendedores, sino que hay que generar el clima oportuno para ello. Y es ahí donde Córdoba, principalmente la capital, tiene que hacer un ejercicio de reflexión y altura de miras. En la actualidad, sólo el 30% de la industria se localiza en el término municipal de la ciudad, lo que quiere decir que en otras localidades las cosas se están haciendo bien en este campo, como es el caso de Lucena, Puente Genil o Pozoblanco, por citar algunos ejemplos. La inversión no vendrá sola, ni acompañada exclusivamente de ayudas públicas, sino que además se tienen que dar las mejores condiciones de estabilidad política y seguridad jurídica para ello. Por desgracia, en nuestra ciudad tenemos casos en los que se han echado en falta esos dos elementos, como ocurre con la cementera Cosmos o la complejidad en la que se encuentra un espacio tecnológico como Rabanales 21, que debe ser uno de los atractivos para quienes quieren invertir y que se encuentra en una situación de asfixia financiera de difícil solución.

Córdoba cuenta con la ventaja de que ya tuvo una actividad industrial importante hace años, por lo que no parte de cero en su anhelo de recuperar ese sector, si bien es verdad que la realidad productiva actual es otra muy distinta, pero con nuevas ramas -como la tecnología o la agroindustria- en las que tiene mucho que decir. El camino no será fácil, pero el intento merece la pena y requiere de todo el apoyo sindical, empresarial y político si de verdad se quieren revertir esas cifras desempleo y de precariedad que de manera recurrente salen a la luz cada vez que se hacen públicas la estadísticas del paro.

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