Un mes de mayo para reivindicar Córdoba

El sector turístico viene de unos meses difíciles, de enfrentamiento entre los empresarios y con el hándicap de un nuevo ente de gestión local

Mayo es el único mes del año que en Córdoba se extiende más allá de 30 días. De hecho, todavía no ha llegado oficialmente al calendario, pero la ciudad está ya sumergida en celebraciones con el pregón a cargo de la actriz Susana Córdoba y la apertura de la Cata del Vino Montilla-Moriles, que desde ayer tiene abiertas sus puertas en la explanada del Palacio de la Merced. Se inaugura así un periodo vital para Córdoba, no sólo como marca en el exterior, sino para su economía, porque del éxito del Mayo cordobés depende en gran medida un sector tan importante para el territorio como es el turismo, tanto en creación de riqueza como en generación de empleo.

Los precedentes que vaticinan una temporada alta con buenos resultados para la provincia los tenemos en la Semana Santa. Así, el propio consejero de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, Francisco Javier Fernández, avanzó ayer que en la semana completa todas las provincias superaron el 71% de ocupación hotelera, destacando Córdoba, que registró el porcentaje más elevado (86,1%). Por su parte, en los principales días de la Semana Santa, el grado de cobertura en todas las provincias se situó por encima del 84 %, siendo Málaga la que presentó la cifra mayor (93%), seguida de Córdoba (92,7%), Jaén (92,2%), Sevilla (90,6%) y Cádiz (90,3%), con el matiz de que la oferta hotelera cordobesa es inferior a la de otras provincias.

En cualquier caso, estas estadísticas deben servir para reivindicar el Mayo cordobés más que nunca y eludir polémicas absurdas que desde las propias instituciones de la ciudad se han alentado a la hora de hacer balance de la Semana Santa. No es de recibo que desde el Área de Turismo del Ayuntamiento de la capital se diga que la Semana Santa y su nueva carrera oficial ha sido una rémora para el sector y que ha supuesto un impacto negativo en el patrimonio, concretamente en la Mezquita-Catedral, todo un símbolo para los cordobeses.

El sector turístico viene de unos meses difíciles, de enfrentamiento entre los empresarios y con el handicap de un nuevo ente de gestión municipal que acaba de iniciar su andadura. Por ello, más que nunca, Córdoba necesita unión, planificación y acciones que consoliden la imagen exterior de la provincia, dejando de lado debates que deben ponerse sobre la mesa, pero no ahora. Córdoba debe aprovechar el mes de mayo para enseñar al mundo de lo que es capaz.

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