Un 155 exprés para acabar con la rebelión catalana

Rajoy quiere permanecer el mínimo tiempo posible en el incierto barrizal del 155, por eso ha optado con acierto por una intervención quirúrgica

España vivió ayer uno de los días más tristes de su historia reciente. Un grupo de políticos volvió a pisotear la Constitución y el Estatut para declarar la independencia y proclamar la república catalana, ignorando la soberanía de todos los españoles y las normas democráticas más elementales. Sabemos de sobra que estamos ante un simple simulacro, ante una farsa sin ningún recorrido, pero eso no quita que la jornada de ayer se viviese en toda España con perplejidad y angustia. Cataluña es parte esencial e irrenunciable de la nación española y cuanto antes debe volver a la normalidad y a la legalidad. Por eso aplaudimos el anuncio que hizo ayer el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de la aplicación del artículo 155 para acabar cuanto antes con el golpe contra el Estado de Derecho perpetrado por los independentistas catalanes, con Carles Puigdemont a la cabeza (por mucho que haya intentado esquivar responsabilidades escondiéndose detrás de la acción del Parlament). Ante unos momentos tan delicados y comprometidos para la nación, es importante que todos los demócratas españoles permanezcamos unidos, por eso es destacable el ejemplo dado ayer por PP, PSOE, Ciudadanos y Coalición Canaria, que apoyaron con decisión en el Senado la petición del Gobierno para aplicar el 155. Podemos, por su parte, sigue en la más incomprensible de las equidistancias, buscando unos réditos electorales donde probablemente encontrará su hundimiento.

El tono mostrado ayer por el presidente Rajoy durante su intervención tras los consejos de ministros fue el que tenía que ser. Serio y frío, con toda la autoridad moral que da el ser el representante del Estado, explicó las primeras medidas que se tomarán bajo el paraguas del artículo 155. El Gobierno ha optado por una intervención quirúrgica, destituyendo fundamentalmente a la cúpula de la Generalitat y al jefe de los Mossos, así como cerrando la costosa red de embajadas que la Generalitat ha ido montando en los últimos tiempos, excepto la de Bruselas. Al mismo tiempo, el presidente ha disuelto el Parlament y ha convocado elecciones autonómicas para el próximo 21 de diciembre. Está claro que Rajoy quiere permanecer el mínimo tiempo posible en una zona tan complicada e incierta como es el 155 y ha optado por una fórmula exprés para acabar con la rebelión catalana. Hace bien. Cuanto antes se salga de la excepcionalidad y se devuelva la voz a los ciudadanos catalanes, mejor que mejor.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios