'Brexit': una negociación de suma importancia

En las negociaciones no hay que olvidar que España tiene un superávit comercial con GB de más de 6.000 millones de euros

L A Unión Europea y el Reino Unido comenzaron ayer las negociaciones para consumar el Brexit, un proceso que será duro y largo, y cuyo resultado final será trascendental para todos los países implicados. A nadie se le escapa que en estas conversaciones, que podrían durar hasta dos años, España en general y Andalucía en particular se juegan mucho. En primer lugar porque definirá un nuevo marco comercial entre GB y la UE en unos momentos en los que nuestro país disfruta de un superávit de 6.000 millones, gracias sobre todo a la venta de automóviles y de componentes para la automoción, pero también a otras industrias como la agroalimentaria, tan importante para nuestra autonomía. Si las negociaciones acaban con la implantación de aranceles y tarifas excesivas, nuestro sector exportador -fundamental en la actual economía española- perdería competitividad frente a otras áreas del mundo, con las consiguientes dificultades para vender nuestros productos.

El segundo gran problema es Gibraltar, la colonia británica en la que trabajan unos 7.000 andaluces cuyas vidas se complicarán extremadamente al implantarse de nuevo una frontera dura. Por el momento, es positivo que la UE haya concedido a España el derecho a veto sobre la cuestiones que afecten al Peñón. Sin embargo, la cerrazón de Gran Bretaña a aceptar la cosoberanía -una propuesta lógica y razonable- dificulta en extremo la negociación. En todo momento, el Gobierno tendrá que conjugar la defensa de los intereses de los trabajadores españoles en la Roca con las reivindicaciones históricas de España. No se pueden sacrificar ni la una ni las otras.

De gran importancia también -y especialmente para Andalucía- es cómo llevar a buen puerto el Brexit sin disminuir la alta afluencia de turistas británicos a España, que actualmente asciende a unos quince millones al año. La industria turística es fundamental en nuestra economía y Gran Bretaña es el país que más turistas nos aporta, por lo que cualquier alteración a la baja será perjudicial para nuestros intereses económicos. Asimismo, hay que hablar del millón de británicos que viven en España y de los 200.000 españoles que residen en Gran Bretaña. ¿Cuáles serán sus derechos y obligaciones? Difícil cuestión. Como se ve es una negociación complicada en la que la UE debe hacer ver a Gran Bretaña que el Brexit tiene consecuencias, pero al mismo tiempo proteger en lo posible unos intereses que son vitales. El resultado final condicionará nuestra economía en las próximas décadas.

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