Fingir que uno es tonto es una manera de sobrevivir. Claudio no sólo fue el único miembro de su familia que se libró cuando la guardia pretoriana asesinó a su sobrino Calígula, sino que además fue proclamado emperador.

¿Será esto lo que ocurre con Trump? El señor que posee el botón rojo más peligroso de nuestro dolorido planeta, difunde un inexistente atentado en Suecia y lo hace con la única explicación de haberlo escuchado en la tele. Legitimar la ignorancia, esa es la estrategia alimentada por el silencio de los silenciosos, no el de los silenciados. Esa tontura buscada y ese mirar hacia otro lado. Es lo que más se asemeja a ver la realidad como el que ve crecer la hierba. O a inventarse los "hechos alternativos" esos que ocurren solo en la mente de Trump

¿Será esto lo que le ocurre a las "infantas" de nuestro país? Esa nueva modalidad de mujer que parece estar implantándose en el panorama patrio. Sordas, mudas, obedientes, incultas con tarjeta oro. ¿Será esto lo que le ocurre a esos ciudadanos que terminan votando la imagen que más ven en la tele? Aunque sea entrando y saliendo de juzgados y de platós de programas basura.

La sociedad moderna tiene un instrumento para la comunicación, para hacerse entender, la palabra, pero claro, previamente, debe haber un acto de voluntad que es el de querer ser entendido y el de querer entender .Sin ese ejercicio voluntarioso y gracioso, la palabra, el lenguaje, es sólo ruido y el ruido solo lleva a la ignorancia.

Cuando observo los acontecimientos de este mundo tan pequeño, sus silencios y los ruidos que provocan sólo se me ocurre preguntar a cuánto se vende hoy el día de mañana. Creo que puede haber otra salida. Negarnos como ciudadanos a ser meras unidades de medida en sondeos y encuestas, negarnos a ser objetos de "demoscopias", convencernos de la necesidad urgente de ser sujetos de la democracia y entender que si no participamos, si no nos sentimos corresponsables, realmente, no existimos como ciudadanos. Hay que activar la brújula, que, en cualquier sociedad moderna, no es otra sino el conocimiento, necesitamos que marque el rumbo perdido.

Los sueños ampliamente compartidos se convierten en realidad, decía Helder Cámara. Ni silencio ni ruido, sólo la palabra y la acción rigurosa nos sacará de la ignorancia siendo mejores de lo que entramos en ese túnel.

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