Ala vez que negocia con Madrid y Sevilla las dotaciones económicas que los presupuestos del Gobierno central y de la Junta de Andalucía tienen previsto destinar a proyectos como el Palacio del Sur, el recinto ferial de Levante o la ampliación del aeropuerto, el Ayuntamiento de C órdoba afronta de nuevo el final de año sin su propio proyecto de presupuestos para 2008. El teniente de alcalde de Hacienda, Francisco Tejada, afirmaba la semana pasada con total normalidad que espera que sea posible entregar el proyecto al Consejo Social de Córdoba el próximo enero para que éste lo dictamine y se pueda llevar a aprobación definitiva en el plazo más breve posible -que, en ningún caso, será inferior a dos meses-. Es decir, que hasta el mes de marzo, en la mejor de las previsiones, la ciudad no contará con el documento básico a partir del cual se supone que debe articular todo su funcionamiento y organización el Consistorio.

Sin embargo, varias cuestiones vienen a poner en duda que Córdoba tenga presupuestos antes del final de la próxima primavera. En primer lugar, la tendencia histórica de la propia ciudad, que, salvo en una ocasión, siempre ha relegado la aprobación de sus cuentas anuales hasta bien entrado el año en el que deben regir. En segundo lugar, las negociaciones propias del cogobierno que dirige Capitulares, que ya dieron señales de tensión al abordar las ordenanzas fiscales, es de esperar sean más intensas y difíciles ahora. Y en tercer lugar, el hecho de que el Consejo Social de Córdoba aún no esté constituido ni haya muchos visos de que vaya a estarlo en breve.

Es por ello que debemos reclamar a IU y PSOE celeridad en cuantos trámites estén pendientes a la vez que mayor diligencia al tratar de las cuentas de una ciudad con más de 330.000 habitantes, una importantísima plantilla de trabajadores y proyectos de gran calado para el futuro a la espera todavía de arrancar. Así las cosas, reafirmamos que aprobar los presupuestos municipales bien entrado el año sobre el que deben actuar no es ni debe ser nunca considerado normal.