Cada año, el diccionario más prestigioso de EEUU, Merriam-Webster, corona a la palabra con más búsquedas con respecto al año anterior. En 2017 la palabra más buscada ha sido "feminismo". Y, aunque las consultas que se tienen en cuenta son las que se realizan en territorio estadounidense, lo cierto es que los hechos que han aupado al vocablo hasta la primera posición han tenido repercusión mundial. Las marchas feministas contra la presidencia de Donald Trump o el levantamiento mundial contra el productor Harvey Weinstein han sido determinantes, aunque, el mérito real lo tiene el feminismo como movimiento.

La campaña de Twitter #MeToo, en la que mujeres de todo el mundo hemos denunciado casos de ataques machistas, han provocado que se hable de feminismo, y mucho, ayudando a destapar casos de acoso sexual en todo tipo de entornos. A principios de este mes de noviembre, el ministro de Defensa británico Michael Fallon dimitió por las sospechas de conducta sexual inapropiado y un miembro de la Academia del novel de Literatura fue señalado por varias mujeres.

Esta semana conocíamos el texto ripioso, que bajo un seudónimo escribió un juez en una publicación oficial de una asociación de jueces en el que se aludía a las relaciones personales de las diputadas electas Irene Moreno y Tania Sánchez: "La diputada Montero/ expareja del 'coleta'/ ya no está en el candelero/ por una inquieta bragueta/. Va con Tania al gallinero". Esto es lo que escriben y, por lo tanto, piensa un miembro de la judicatura, el "poder" que tiene que juzgar entre otros a los futbolistas de Aranda del Duero, en prisión preventiva e incondicional acusados de violar a una niña de 15 años.

No hay más agresiones ahora que antes, ahora hay más valentía porque hay más canales y complicidades para la denuncia, pero el camino sigue siendo muy duro. Un caso de doble victimización fue el de Nevenka, la concejala de Ponferrada que denunció al alcalde, Ismael Alvarez en 2001, por acoso sexual. Durante el juicio, el fiscal sometió a la exconcejal a un duro y machista interrogatorio: "¡Usted no es la empleada de Hipercor que le tocan el trasero y tiene que aguantarse porque es el pan de sus hijos!". 2017 nos ha dado escenas lamentables como la sufrida por la parlamentaria andaluza Teresa Rodríguez o la escenita de Juan Imedio. La palabra del año en España, por desgracia, puede ser #MeToo.

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