El fuste

De / Jesús Cabrera / Jcabrera@ Eldiadecordoba.com

Un paisaje desolador

NADIE diría que hace 24 horas el recinto de El Arenal era un hervor de gentes, de música, de comida, de bebida, de emociones. Hoy, en aquel lugar, quedan sólo los restos del naufragio de una fiesta que ha tenido en vilo a la ciudad durante más de una semana. El broche con el que se cierran las fiestas de mayo deja su huella de farolillos en el suelo como testimonio de lo que tiene que morir necesariamente para brotar con más fuerza el año que viene. Es ley de vida. Lejos quedan ya los inicios, con las Cruces de Mayo perdidas en el recuerdo intenso de unas fechas marcadas para la diversión con todo un calendario de fiesta por delante. Ahora, con la Feria de Mayo aún en el paladar, y como suele suceder con toda fiesta, todo se justifica en la esperanza de la llegada del año que viene en donde todo volverá a ser nuevo y se volverá a vivir como si fuera la primera vez.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios