Miki&duartela esquinacrónica personal

Si hubiera norte...En la cola

DESMANDIBULADOS de estupefacción, como escribió Vargas Llosa. Así nos hemos quedado algunos tras conocer la explicación de Felipe Alcaraz sobre su retirada de la pelea por liderar la lista de IU al Congreso por Sevilla. El presidente del PCE dice que renuncia porque está harto de "los trapicheos de los aparatos". Precisamente él.

Lo cierto, sin embargo, es que ha sido coherente. Las bases de la coalición le dieron un 28 por ciento de votos para ser el número uno de la candidatura frente al 72 por ciento de Sebastián Martín Recio. Aunque los estatutos de Izquierda Unida permiten que la asamblea andaluza revoque el acuerdo de la asamblea provincial, a Alcaraz no le parecía estético cambiar la lista avalada por los militantes. Un aplauso para él.

Pero la postura de Felipe Alcaraz tiene retranca: desnuda a Diego Valderas, el coordinador regional, quien se dispone a justo lo contrario. Quiere que la asamblea regional de IU le designe a él candidato a la Junta por Sevilla eliminando al elegido por la asamblea provincial, que fue el alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, dirigente del Colectivo para la Unidad de los Trabajadores (CUT), o sea, la izquierda extraparlamentaria que aspira a ser parlamentaria.

Si Izquierda Unida no hubiera perdido el norte, nadie discutiría que su líder andaluz y candidato a la presidencia de la Junta encabezara la lista en la provincia donde tiene más posibilidades de lograr el escaño -ya fracasó dos veces en su Huelva natal- y que, además, incluye la capital de Andalucía. Pero en Izquierda Unida todo se discute y se cuestiona (especialmente en materia de poder interno; de asuntos que interesen a la sociedad ya se debate bastante menos).

Si Izquierda Unida no hubiera perdido el norte, no presentaría como cabeza de cartel en Sevilla para el Parlamento andaluz al mentado alcalde de Marinaleda. ¿Ha pensado alguien cuántos votos perderá IU cada vez que a Sánchez Gordillo le pregunten por el País Vasco y diga de verdad lo que piensa del País Vasco? ¿Qué harían los sevillanos si hay más atentados de ETA y se encuentran con que los condena todo el mundo menos ANV y Sánchez Gordillo? Y no estoy haciendo ciencia ficción. Por no hablar de su programa económico o sus recetas sociales: la antítesis de una izquierda moderna y atractiva.

Para que se produzca este retroceso ha sido necesario que el PCA haya sido derrotado por un pacto del CUT de Gordillo y el autodenominado "sector crítico" de IU, el de Martín Recio, Caballero y otros que presumen de abiertos, plurales y no dogmáticos. Ese pacto que respalda en Sevilla al candidato que más votos perderá cada vez que hable no habría sido nunca posible si el sector crítico hubiese hecho honor a su nombre.

LOS últimos. Los últimos de la cola junto a Turquía, Grecia y México. De sesenta países, España es de los peores en lo que se refiere al nivel educativo de sus estudiantes, ocupamos los puestos más bajos de la tabla. Si se tratara de fútbol bajaríamos de categoría, si se tratara de exámenes tendríamos que repetir curso, porque el suspenso es absoluto, rotundo. El presidente del Gobierno, que echó a María Jesús Sansegundo al día siguiente de aprobar su ley de Educación, no ha dado la menor relevancia a lo que dice el informe PISA, se ha encogido de hombros con unos comentarios que si no fueran porque los hace todo un presidente de gobierno podría pensarse que son producto de la frivolidad de alguien que no sabe de qué está hablando. Ha dicho que los problemas de educación vienen de atrás -jamás hace autocrítica este hombre- y que el problema de los estudiantes de hoy es la escasa educación de sus padres. Y se queda tan ancho.

Se han cometido errores descomunales en lo que a educación se refiere, y lo peor es que se han cometido a pesar de que las reformas de los sucesivos gobiernos habían recibido las críticas argumentadas de los expertos antes de que esos proyectos se pusieran en marcha. Del informe PISA hay un dato verdaderamente preocupante: los jóvenes españoles tienen cierta capacidad para comprender las asignatuiras de ciencias, pero en cambio son los peores de Europa en lo referente a la comprensión de la lectura. Leen pocos, la cifra es irrisoria, y los que no lo hacen habitualmente no comprenden el significado del libro que tienen entre manos. Patético. Pero cuando ese dato lo ponen encima de la mesa, el presidente da a entender que la culpa es del franquismo, en lugar de lanzar un mensaje que dé a entender que se va a tomar en serio algo que es fundamental para un país, el que sea: elevar el nivel educativo. Es importante que la educación sea universal, es uno de los logros ejemplares de la democracia, pero de poco sirve la universalidad si nuestros hijos reciben una educación deficiente, paupérrima y equivocada, que no les permite afrontar la vida con cierta seguridad de salir adelante. Esa educación deficiente y paupérrima además abunda en las diferencias sociales: miles de españoles económicamente fuertes envían a sus hijos a completar estudios en el extranjero, conscientes de que con la formación que reciben en España, sólo con esa, no están preparados para afrontar con éxito las dificultades de la vida.

Nadie de este Gobierno parece decidido a enmendar los muchos errores actuales. Todo lo contrario: cada vez se cuida menos la enseñanza de una lengua universal como es el castellano, que además es la lengua compartida por todos los españoles, y no se insiste en la necesidad de conocer nuestra historia y nuestra cultura.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios