EN la Consejería de Medio Ambiente tienen que estar que trinan. Han estado dedicando buena parte de sus esfuerzos en los últimos años a evitar que se bauticen los linces con nombre propios y ahora estrenan una película con uno de protagonista llamado Félix. Estos animales son tan singulares -y tan caros para el contribuyente- que es normal que tengan su nombre. En el centro de Los Villares se les asignaba uno conforme iban llegando, siendo el más popular Fermín, aquél que llegó herido y encima gozó del sobrenombre de Caracortada. Pues aquello no le sentó nada de bien a la entonces consejera Fuensanta Coves, hasta que un día sacó el genio y dijo que los linces eran anónimos. A partir de aquel momento no se escucharon más que taconazos y la cuartelera voz: "¡A sus órdenes!". Pero como la realidad es siempre más fuerte que el capricho de los políticos, Coves se tendrá ahora que hartar del lince Félix.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios