Tinta y borrones

Seis mil

Seis mil números que han sido posibles gracias al esfuerzo de mucha gente, a las horas robadas a la familia

Pocas cosas reconfortan más que el sonido del papel del periódico al pasar sus páginas. Sólo podría superarse si la lectura se realiza con vistas al mar o en la céntrica plaza de una ciudad europea en el inicio de un día que promete por todo lo que está por descubrir. Porque hay una cosa que siempre hago cuando viajo y es comprar el periódico local de la ciudad en cuestión. Es más, es el único regalo que pido a aquellos amigos y familiares que optan por destinos aún desconocidos para mí. Cómprame un periódico y seré feliz.

Seis mil ejemplares, ni más ni menos, han salido de las imprentas desde el 19 de noviembre del año 2000 hasta hoy bajo la cabecera de el Día de Córdoba. Seis mil números, que se dice pronto, lo que parece un milagro en estos tiempos en los que cualquiera cree que puede ser periodista o llamar medio de comunicación a una página web. Seis mil números a los que se puede echar la vista atrás con orgullo, con aciertos y errores, pero con la tranquilidad de haber intentado siempre hacer un periodismo de calidad, contar la verdad, por muy incómoda que fuera, por muchos dolores de cabeza que te diera, por muchas llamadas que recibieras al día siguiente. Seis mil números que han sido posibles gracias al esfuerzo de mucha gente, a las horas robadas a la familia y a los amigos, a la implicación de periodistas de verdad, que han dado lo mejor de sí siempre, aun cuando las cosas venían mal.

Seis mil números entre incertidumbre, sobre todo ahora cuando todo se mide a golpe de click, de visitas, de alcance, de mucho vídeo y poco texto, de la inmediatez. Puede que la tecnología haya revolucionado la forma de dar y recibir información, pero me niego a creer que vaya a mover ni un ápice de los valores del periodismo que, más que nunca ahora, se tiene que reivindicar como sostén de la democracia y garante de la verdad; el periodismo que exige la sociedad. Porque puede resultar fácil hacer un periódico o dar contenido a una web, lo difícil es hacer un periódico haciendo periodismo y ese ha sido siempre nuestro objetivo en esta casa. Lograr en el equilibrio entre la esencia del periodismo y las nuevas formas de llegar a los lectores se intuye como el secreto para lograr la supervivencia de los medios que siempre hemos querido contar la verdad. Estamos orgullosos de haber llegado hasta aquí siguiendo las bases del periodismo que nos enseñaron y que aprendimos de tantos hombres y mujeres que han pasado por aquí y sólo manteniendo esa esencia llegaremos a otros seis mil.

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