En el tejado

F.J. Cantador

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La maldición de Aaron Ramsey

Circula una leyenda urbana propia de Cuarto Milenio que reza que cada vez que el futbolista galés Aaron Ramsey -jugador del Arsenal inglés- marca un gol resulta que acaba muriendo un personaje más o menos famoso. La última coincidencia se produjo el pasado jueves, día en el que el Arsenal se impuso al Bayern alemán en una tanda de penaltis en la que Aaron Ramsey marcó el primer gol ybang... cayó sorpresivamente el vocalista de la banda estadounidense Linkin Park, Chester Bennington. Si usted es famoso/a debe empezar a temblar cada partido del Arsenal o de la selección del Gales en los que participa el chaval, porque la lista de caídos empieza ya a ser más que preocupante.

Desde su debut como profesional, Aaron Ramsey ha marcado 64 goles (47 con el Arsenal, tres con el Cardiff, 12 con la selección galesa y otro con la olímpica del Reino Unido). Como hay gente para todo, y el aburrimiento tiene esas cosas -y si no que se lo digan a esas cabezas pensantes que se dedican a componer memes- hay quien se ha entretenido en, comparando la fecha en la que fueron conseguidos, llegar a la conclusión de que esos tantos son la crónica de una muerte anunciada.

Todo empezó el 14 de octubre de 2009, día en el que el centrocampista galés anotó su primer gol como internacional galés ante Liechtenstein; dos días más tarde falleció el periodista Andrés Montes. Desde esa primera coincidencia, sus goles necrológicos han ido acompañados de decesos con mayor o menor regularidad de famosos de todos los ámbitos de la vida, entre los que se encuentran Osama Bin Laden (mayo 2011), Steve Jobs y Muammar Al-Gaddafi (octubre 2011), Whitney Houston (febrero 2012), Chavela Vargas (agosto 2012), Bebo Valdés (marzo 2013) y Jorge Rafael Videla (mayo 2013) , sin olvidar a otro futbolista Antonio de Nigris, quien fue la segunda víctima de la maldición de Aaron Ramsey (un gol suyo lo envió a la eternidad en noviembre 2009).

Uno de los años negros de la maldición fue 2014, en el que tres goles coincidieron con otras tres muertes, la de aquel boxeador a quien Bob Dylan le dedicó una inmortal canción, Huracán Carter, la del ilustrador HG Giger y la del actor que fue el espíritu del Club de los Poetas Muertos, Robin Williams. En 2016, la maldición se llevó por delante al inmortal David Bowie y al actor de Harry Potter Alan Rickman. Insisto, si es famoso/a, rece para que no le alcance la bala de la ruleta rusa en la que se han convertido ya los partidos del Arsenal y de la Selección de Gales en los que Aaron Ramsey marca.

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