La juventud guiando al PSOE

Entre Narbona y Borrell van guiando a Pedro Sánchez por los escalones de la encuesta del CIS

Cristina Narbona se alza ya como la juventud que guía al PSOE de Pedro Sánchez por el proceloso mar de la España presente. Flamante presidenta del partido, ella representa al nuevo socialismo, asimétrico y antitaurino, pero también lo contrario, no se me estresen, que en el sanchismo el ying y el yang bailan juntos el mismo rigodón sin despeinarse. Narbona, dirán algunos, lleva en la política desde los tiempos del El precio justo, y será cierto, no lo niego, pero qué importa eso, a quién le importa. Cuando una es Narbona se es joven para siempre y se va siempre vestida de limpio, inmaculada, alba, redimida, sin que nada valga que ella fuese puntal importante de aquel Gobierno de Rodríguez Zapatero que negó la crisis y que dejó a España hecha unos zorros. Cristina es joven, jovencísima, leche, y por eso hay que fiarse de ella cuando dice confiada que la tauromaquia está acabada porque los jóvenes se alejan de lo que ella considera un espectáculo basado en la crueldad. Nadie conoce a los jóvenes como Narbona, pues ella es tan joven como ellos o quizá más, y de la tauromaquia también sabe lo suyo pues ella es hija de taurino, del periodista, y falangista, sevillano Francisco Narbona González, biógrafo entre otros de nuestro Manuel Rodríguez Manolete. Nada más juvenil, no lo nieguen, que detestar aquello mismo que fascinaba a tu padre. Pero Narbona, a la que ayer entrevistaban en El Mundo, no sólo se queda en eso, sino que apuesta también por un estado federal asimétrico, como no puede ser de otro modo en la ya asimétrica España, pero también cooperativo, en el que al tiempo las partes sean desiguales en el todo pero los ciudadanos sean iguales en la totalidad. O sea, que Narbona es al tiempo rubia y morena, barcelonista y madridista, lectora de Góngora y lectora de Quevedo. La juventud, Cristina, es así: total y plena. Un día estudiosa y al siguiente feriante, jacarandosa. Entre ella y Josep Borrell, otro joven eterno de la política patria, van guiando a Sánchez por los peldaños de la encuesta del CIS y caminito a La Moncloa. Allí, esperando para retratarlos, seguro que se encuentra Delacroix. Juventud, divino tesoro. Qué raro que lo nuevo se parezca tantísimo al ayer.

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