La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Que el escándalo no ciegue

Que las causas prosperen con PP y PSOE en el Gobierno de la nación y de la Junta prueba la independencia judicial

El juicio contra 22 ex altos cargos socialistas, incluidos dos ex presidentes de la Junta, seis ex consejeros y una ex ministra, no enjuicia al PSOE, sino determinadas prácticas relacionadas con el exceso de poder acumulado tras su largo mandato. Y no se olvide que, con todo el clientelismo que se quiera, este descansa en la libre voluntad de los ciudadanos expresada en las urnas. Tampoco se olvide que, aún con todo el poder del PSOE, la justicia ha actuado. Lo mismo puede decirse del PP, igualmente herido por gravísimos escándalos. Que las causas hayan prosperado con el PP y el PSOE en el Gobierno de la nación y de la Junta garantiza la independencia de nuestra Justicia.

En la actual difícil situación de España debe demostrarse madurez democrática y ello conlleva reconocer (lo que no es lo mismo que admitir o dar por bueno) que la política se lleva tan bien con la corrupción como toda forma de poder, ya se trate del político, el económico, el cultural, el mediático… Da igual. El que sea. Por pequeño que sea. Lógicamente a más poder, más riesgo de corrupción. Todos conocen la famosa frase de Lord Acton: "El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente". Afortunadamente estamos en una democracia, por lo que no se da esa corrupción absoluta. El Estado de derecho funciona. Son las dictaduras las que no padecen la corrupción, salvo que al dictador y su entorno les convenga utilizar alguno (¿recuerdan el caso Matesa, ajuste de cuentas entre las familias del franquismo?).

PSOE y PP, con todos sus escándalos de corrupción a cuestas, son fundamentales para la estabilidad de la vida política española. Como lo está siendo Ciudadanos, aún intacta porque no gobierna. De otra parte están los populistas y los nacionalistas que se alinean con la eurofobia más reaccionaria. Según la última encuesta del CIS la corrupción representa el segundo problema para los españoles, lo que es terrible. Pero el primero, doblando al segundo, es el paro. Gracias a la aplicación del 155 el golpismo catalán ha pasado de ser el segundo problema al cuarto. Pregúntense si no es el apoyo del PSOE y Ciudadanos al PP en la aplicación del 155 lo que ha hecho descender el problema catalán del segundo al cuarto puesto. Y si para la resolución del paro confían más en estos tres partidos constitucionalistas que en Unidos Podemos u otros partidos populistas o nacionalistas.

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