Como si fuésemos chicarrones del Norte, aquí, en esta Córdoba nuestra, a veces parece que somos más chulos que nadie. Acostumbrados a salir en los papeles por lo bien que funciona nuestra mal llamada industria turística, la apuesta por la interculturalidad, la ciudad de la concordia y de las personas, resulta que además nos colamos en las estadísticas de manera muy sonora, para que se note. Si el asunto no fuese tan grave, hasta daría para tomárselo con una pequeña dosis de humor. El asunto en cuestión es que el pasado jueves se publicó la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre del año, que nos dejó un titular que causa estupor: Córdoba es la provincia con la tasa de paro más alta de España. Así de triste, pero real.

Por no cansar al lector con datos, sólo me permito ofrecer algunas cifras significativas. En nuestra tierra hay 114.600 personas (repito, personas) que no tienen empleo, lo que significa un 9,1% más que en la anterior EPA. Hasta ahora, nuestro consuelo era que la situación general del país era de decrecimiento, que la crisis no acababa de llegar a los hogares y una retahíla de argumentos seguramente ciertos. Lo que pasa es que todo eso parece que sólo se ha quedado aquí, porque si uno analiza las estadísticas nacionales, resulta que por primera vez desde el año 2009 en España se superan los 19 millones de empleados, con lo que la tasa de paro estatal se reduce hasta el 16,3%, mientras que en Córdoba ese mismo índice se dispara hasta el 30,2% o, lo que es lo mismo, el doble. Se podría pensar que se trata de un mal regional y que estamos en la misma línea que el resto de Andalucía. Pues tampoco, porque nuestro desempleo está cinco puntos por encima de la media andaluza. Es lo que hay.

Llegados a este punto, lo urgente ahora es encontrar soluciones. Ojalá alguien tuviera la varita mágica para revertir la situación, pero a nadie escapa que eso es imposible. Entiendo que lo meridianamente claro es lo que ya no debemos -ni podemos- hacer , porque a la vista está que de poco ha servido. Así, se me ocurre que tendremos que empujar todos en la misma dirección y evitar, entre otras cosas, que los gobiernos central y autonómico tengan más en cuenta las necesidades de la provincia y dejen de arrinconarnos en el capítulo de inversiones. Necesitamos además gobiernos municipales con las ideas claras, que no se obcequen con la idea de echar a empresas de sus territorios e incluso se vanaglorien de ello; precisamos de concejales en la oposición que planteen alternativas de verdad y abandonen su espacio de confort. Son imprescindibles empresarios que apuesten de verdad por Córdoba e inviertan la misma energía en crear riqueza que la que emplean en culpar siempre a otros de sus carencias. Se echa de menos a organizaciones sindicales que estén menos preocupadas por ocupar despacho y más de las necesidades reales -las de verdad- de los trabajadores. En resumen, que tal vez nos sobra postureo y nos faltan iniciativas. Mientras sigamos siendo el doble de parados que el resto de provincias, tendremos que duplicar también nuestros esfuerzos para salir de donde estamos. Es una tarea de todos.

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