La tribuna

La carrera hacia la Capitalidad Cultural

HACE unos días, en el Diario Oficial de la Unión Europea (24 de noviembre) se publicó la Decisión del Consejo de la Unión Europea, de 16 de noviembre de 2007, sobre la manifestación "Capital Europea de la Cultura" para el año 2011, designación que ha correspondido a la ciudad de Turku (Finlandia) y a la ciudad de Tallin (Estonia). Para el año 2008 tendrá esa importante condición cultural Liverpool (Inglaterra) y Stavanger (Noruega). El año 2009 serán Vilna (Lituania) y Linz (Austria), y en el año 2010 ostentarán tan distinguida oportunidad cultural las ciudades de Essen (Alemania) y Pécs (Hungría). El presente año 2007, están finalizando los programas de actos de las Ciudades Europeas de la Cultura la ciudad rumana de Sibiu y la capital de Luxemburgo.

Éste es el cuadro de Ciudades Europeas de la Cultura para los próximos cuatro años. La Ciudad Europea de la Cultura tiene su origen en el Consejo de Ministros de la Unión Europea de 13 de junio de 1985. La iniciativa partió de Melina Mercouri, entonces ministra griega de Cultura, y su objetivo es resaltar la riqueza, diversidad y rasgos comunes de las culturas europeas y contribuir al conocimiento mutuo entre los ciudadanos de la UE.

Desde el mes de enero de 2007 está en vigor la nueva normativa de la Unión Europea que regula este tema: la Decisión nº 1622/2006, de 24 de octubre de 2006, del Parlamento Europeo y del Consejo de la Unión, por la que se establece una Acción Comunitaria en favor de la Manifestación "Capital Europea de la Cultura" para los años 2007 a 2019. El objetivo principal de dicha Decisión es establecer dicha acción comunitaria con una doble dimensión: resaltar la riqueza, la diversidad y los rasgos comunes de las culturas europeas, así como la promoción de una mayor comprensión mutua entre los ciudadanos europeos.

La norma europea establece la facultad de cualquier ciudad de un Estado miembro a ejercer su derecho a ser designada Capital Europea de la Cultura durante un año completo, siguiendo un orden cronológico que se detalla en el anexo de la norma. Según el mismo, a España y a Polonia se les reserva conjuntamente el año 2016. Como todos sabemos, doce ciudades españolas ya han manifestado su intención de formalizar candidatura para dicha anualidad cultural: Alcalá de Henares, Burgos, Cáceres, Cuenca, Córdoba, Málaga, Pamplona, Segovia, Tarragona, Tenerife, Valencia y Zaragoza.

La solicitud deberá incluir un programa cultural de dimensión europea, basado principalmente en la cooperación cultural de conformidad con los objetivos previstos en el artículo 151 del Tratado de la Unión Europea, que establece que la Comunidad contribuirá al florecimiento de las culturas de los Estados miembros, dentro del respeto a su diversidad nacional y regional, poniendo de relieve el patrimonio cultural común.

El programa cultural de la candidatura ha de atenerse a dos grupos de criterios: la "dimensión europea" y la "ciudad y los ciudadanos". En la dimensión europea del proyecto se incluyen los contenidos que favorezcan la cooperación entre agentes culturales, artistas y ciudades del Estado en cuestión y de otros Estados miembros en cualquier sector de la cultura, resaltar la riqueza de la diversidad cultural de Europa, y poner de relieve los aspectos comunes de las culturas europeas.

Respecto al criterio "la ciudad y los ciudadanos", el programa de la solicitud deberá estimular la participación de los ciudadanos que vivan en la ciudad y sus alrededores, y despertar su interés y el de los ciudadanos extranjeros. Asimismo, el programa cultural que se elabore y presente ha de ser sostenible y formar parte del desarrollo cultural y social a largo plazo de la Ciudad.

Para la selección de la ciudad que va a ser Capital de la Cultura se establece un Comité de selección compuesto por trece miembros. De éstos, siete serán nombrados por las instituciones de la Unión Europea y seis por el Estado miembro en cuestión, presidiendo este órgano decisivo de decisión uno de los representantes comunitarios. Según el artículo 9 de la cita norma de la UE, la Ciudad ha de designarse como mucho cuatro años antes del inicio del año de la manifestación cultural. Por tanto, la cuenta atrás ya ha comenzado.

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