Las dos orillas

José Joaquín León

En busca del dinero perdido

COMO Pedro Solbes está más quemado que un ninot de las Fallas de Valencia el 20 de marzo, ha mandado al personal de su Ministerio de Economía a predicar por ahí, para apartarnos de los pecados de la crisis.

Son como misioneros económicos laicos, y dicen lo que les ordene su jefe. Ayer le tocó el turno al secretario de Estado de Economía, David Vegara i Figueras, que, como su propio nombre indica, es catalán, de Barcelona. Esas cosas están muy miradas en el partido. Un secretario de Estado de Economía debe ser catalán de Barcelona; mediterráneo como el vicepresidente Solbes, que es de Alicante. Es lo mismo que hace Chaves cuando pone de consejero de Empleo a Antonio Fernández, en representación de la provincia de Cádiz, líder nacional de la liga del paro. A cada cual lo suyo: a los ricos la economía fetén, y a los pobres, las colas del INEM.

Pues este señor Vegara i Figueras acudió ayer a una jornada organizada por la Asociación de Periodistas de Información Económica en Madrid, y dijo grandes verdades que la mayoría de los periodistas ya sabían, y los demás se las imaginaban. El secretario de Estado mandado por Solbes dijo que el Gobierno confía en que los miles de millones de euros concedidos a los bancos lleguen a las empresas y las familias "en los próximos meses".

-Largo me lo fiáis, señor secretario de Estado de Economía.

Sí, porque "los próximos meses" pueden oscilar en un plazo elástico de 3 a 33. Y puede agravarse una de las grandes incógnitas de esta crisis, que se pregunta todo el mundo: ¿dónde leches está el dinero? Antes había mucho dinero, se hablaba del milagro económico español, las grandísimas empresas multiplicaban beneficios todos los años. Y, de pronto, se ha descubierto que estaban tiesas, que vivían del cuento, y que tenían más trampas que una cacería en Uganda. El dinero de toda la vida, el de los billetes contantes y sonantes, no se ve.

-No se ve porque era dinero negro. De noche se pierde en la oscuridad. De día reaparece, blanqueado con los billetes de 500 euros.

-Yo no he visto nunca un billete de 500 euros. ¿Son negros?

Son más negros que los de Uganda, aunque los pintan de morado. Pero aparte de los billetes del dinero negro, el dinero normal parece que se ha perdido y nadie sabe cómo ha sido. El secretario de Estado Vegara i Figueras lo reconoció ayer: "El Gobierno ya no tiene margen para tomar medidas contra la crisis".

Sólo os queda rezar, misioneros laicos, a la espera de que no se pierda el chaparrón de millones que le ha llovido a los bancos. Confiad en la misericordia de los banqueros para que lo repartan "en los próximos meses". Y seguid buscando el dinero perdido.

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