Editorial

La bajada de tipos, una decisión acertada

EL consejo de gobierno del Banco Central Europeo confirmó ayer el giro de su política monetaria al decidir la mayor bajada de tipos de interés en su historia: 75 puntos básicos (pasó del 3,25% al 2,5%). Su presidente, Jean-Claude Trichet, fue criticado en diversos foros económicos y por numerosos gobernantes por su firmeza en el mantenimiento de altos tipos de interés mientras se estaba gestando la actual crisis. Incluso los subió un cuarto de punto en julio pasado, contra la posición de su homólogo de la Reserva Federal estadounidense. La razón principal de su actitud ha sido la preocupación por el riesgo inflacionista que supone el abaratamiento del dinero. No obstante, cuando el riesgo contrario, el de la recesión en los países del euro, se ha hecho una realidad (el propio Trichet prevé una contracción media del 0,5% del Producto Interior Bruto en la Eurozona), el presidente del BCE reaccionó en el sentido demandado. En la primera decena de octubre, tras el estallido de la crisis financiera, el BCE acordó bajar los tipos, en coordinación con los principales bancos emisores del mundo, bajada que se repitió en noviembre. Finalmente, diciembre ha visto la mayor reducción de la historia del Banco Central, aunque el tipo europeo todavía es muy superior al de Estados Unidos y Japón. En este marco, es previsible que el Euríbor continúe su racha también descendente. Su importancia radica en que el Euríbor es el tipo al que los bancos se ofrecen dinero entre sí y sirve para fijar el precio de la mayoría de las hipotecas en España que, por tanto, verán reducirse sus cuotas en las próximas semanas. Como dijo el vicepresidente económico de la Junta en el Foro Joly, el dinero es el oxígeno de la economía, y sin inyectarlo en el sistema y facilitar el acceso a él de empresas y ciudadanos no es posible afrontar la recesión en que se está sumergiendo la economía. Sin dejar de permanecer alerta ante los brotes inflacionistas, la decisión bajista del banco Central Europeo es acertada para las graves circunstancias que atravesamos.

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