Crónicas Levantiscas

Juan Manuel Marqués Perales

jmmarques@diariodecadiz.com

Mi alcalde Kichi

Kichi se ha puesto al frente de los 'fraticellis' de Podemos; quienes conciben la pobreza como una virtud, no un mal

Mi alcalde es comparsista, y no se trata de una deducción analítica sino de una constatación. Kichi, alcalde de Cádiz, cantaba de punta en una comparsa, y tal como Nietzsche aspiraba al artista completo, José María es el comparsista absoluto; sus misivas, sus declaraciones, sus aficiones y su casa huelen a copla. Kichi es un tipo simpático. Cae bien. Su respuesta en modo de carta, en este diario, a Juan Carlos Monedero es de arte, de olfato de quien se ha criado en verano en la resbalaera de la Caleta y ha calado desde lejos al nota que llega a la playa con un aire de altivez, que es el pecado mortal en el que nunca se debe incurrir en Cádiz.

Si su virtud es la simpatía, sus defectos son la demagogia y el emocionalismo, elementos sustanciales del letrista de comparsa, capaz de hacer levantar al público con un pasodoble a favor de la pena de muerte o en contra de ella. No importa la sustancia, brilla el sentimiento.

Kichi se ha puesto al frente de los fraticellis de Podemos; la pobreza no es un mal, sino una virtud; vivir en la Viña es un privilegio, aunque sea el barrio con el mayor índice de mortalidad de Cádiz y, en vez de beber en los bares, hace botellona con Teresa Rodríguez por las plazas de la ciudad. Al alcalde no sólo le duele que un indigente se muera en la calle, sino que se LE muera a él. Se LE muere, Juan Carlos, es como un padrecito de los gaditanos, al menos para los que son de su estirpe. Hay quien habla en el Gobierno de la Junta de nuestros niños para referirse a los escolares que van a los centros públicos, son otros padrecitos y otras madrecitas, dirigentes que padecen, sufren y lloran por todos nosotros.

Kichi es puro, es un tipo con conciencia de clase, rebosa superioridad moral, pero lo único que saco en claro después de leer la impagable carta es que Pablo Iglesias se está equivocando de bando. ¿Cuáles son éstos? ¿Quién pone las fronteras entre facciones? ¿Y qué elemento los distingue? ¿La renta, la vestimenta o los gustos?

La tesis de Kichi es muy rentable a medio plazo, una parte de Cádiz disfrutará con este tipo de alcalde. Se viene viendo, no te critican en el Falla, te pasará como a Teófila, te molerán a letras sólo cuando hayas caído. Pablo, que no es un nota como Monedero, sino malo como un dolor, le ha metido el dedo en el ojo. ¿Qué haces dando medallas municipales a vírgenes de madera? Pablo se ha creído tu argumento: lo haces porque eres del pueblo. Porque tú, alcalde, eres el pueblo.

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